Redacción Central

El asedio a los nidos de huevos de tortugas de la especie Paslama, por parte de comunitarios que habitan en los alrededores de las playas Poneloya y Las Peñitas, en el departamento de León, se ha intensificado debido a la crisis sociopolítica. Es por ello que la cooperativa Palo de Oro, integrada por ocho personas, ha venido trabajando con los comunitarios para evitar la invasión a los nidos de tortugas.

 

La cooperativa recolecta los huevos y posteriormente los “siembra”- en sacos llenos de arena para que estos puedan calentarse naciendo a los 55 días, posteriormente son liberados después de la cinco de la tarde, de cada día que se amerite.

 

Por su parte Santos Eleodoro Pravia Valladares, responsable de la cooperativa, compartió con el equipo de noticias de Radio Darío, que han hablado con los lugareños para llegar a un acuerdo evitando seguir extrayendo indiscriminadamente los recursos de la Isla Juan Venado, la que se ubica a 25 kilómetros al suroeste de la ciudad de León.

 

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“Por esta situación política, decenas de familias quedaron sin empleo, las cuales vivían del turismo, al no contar con esa fuente de trabajo, por la fuga de extranjeros; hoy caminan tras los nidos de las tortugas para llevarse los huevos, a nosotros como cooperativa se nos ha hecho un poco difícil desde abril para acá, tratar de conservar esta especie”. Narra Santos.

 

Asimismo, Santos afirma que el año pasado la cooperativa llegó a recolectar más de 25 mil huevos de esta especie, y este año por la situación de inestabilidad que se vive en el país apenas llegaron a conservar 3 mil de estos.

 

Palo de Oro 13

Entre 85 y 100 tortuguillos son liberados a diario por miembros de la Cooperativa Palo de Oro. Foto / Francisco Torrez

 

La diferencia de la cifra que ha tenido Palo de Oro se debe a que los comunitarios se llevan la gran parte de estos huevos de sus nidos, para sustento o comercio.

 

La situación que se vive en estas playas de León con respecto al saqueo masivo de huevos de tortugas, ha obligado a miembros de la cooperativa a pedir ayuda a las autoridades policiales y del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA): “la policía de León nos ha dicho que tienen otras cosas que cubrir, y por su parte MARENA lo que sabe decirnos es que no tienen recursos para pagar a guardabosques en la zona” explica a este medio Pravia, quien afirma que en años anteriores la policía colaboraba pero les daban un viático, pero hoy no tienen como pagarle a esa institución.

 

De acuerdo a los entrevistados, los planes conjuntos que se ha tratado de entablar con las comunidades, ha sido infructuoso, ante la búsqueda de sobrevivencia por parte de los aledaños.

 

 

Santos enfatiza que, si una organización, los apoya económicamente a ellos como cooperativa, tendría recursos para comprarles el huevo a los depredadores comunitarios, con la finalidad de seguirlo “sembrando” y cosechando tortuguitas.

 

Asimismo, Luis Francisco Pravia se dedicaba a cortar manglares para sobrevivir, hoy se ha sumado a la buena causa de la cooperativa de “sembrar” los huevos y cosechar tortugas: “como familia estamos enterados de la conservación de esta especie, pero no descartamos que esta crisis nos ha llevado a comercializar el huevo de tortuga para llevar el alimento a nuestros hogares, es decir si encontramos un nido conservamos una parte y la otra la vendemos”. Relató Francisco.

 

La campaña que lanzó MARENA en septiembre de este año, denominada: “Protejamos a las tortugas marinas” solo ha quedado en un papel, ya que el discurso de esta jornada sostenía en desarrollar planes de vigilancia y control en las playas para evitar el saqueo de estos animalitos, la realidad es otra, asegura, Juan Molina, guardabosque en el balneario de Las Peñitas.

 

En el lanzamiento de esa campaña, Kamilo Lara, del Foro Nacional de Reciclaje, señaló que tanto delito comete el que roba el huevo, el que lo vende, como el que lo compra para consumo. Aunque la Policía sandinista de León, no ha realizado ninguna detención por este delito.

 

Ante la abrumadora situación económica, los consumidores no están respetando el periodo de veda de esta especie, ya que de mil tortuguillos que se liberan en la Isla Juan Venado, solo uno logra llegar a su etapa adulta, afirman expertos.

 

Durante toda esta semana, al atardecer de cada día se estarán liberando entre 80 a 100 tortuguillos en la Isla Juan Venado.