Pese a los riesgos que implica su retorno a Nicaragua, el periodista Aníbal Toruño valora dar ese paso y reconstruir Radio Darío, la emisora que heredó de su padre y que vio arder en abril del año pasado. Está exiliado en Estados Unidos, pero no ha dejado de informar.

Entrevista cortesía de: Despacho 505 – Helio Sevilla

¿Qué pasó después del ataque a la Radio Darío?

Después de la destrucción de Radio Darío hubo altibajos, porque todos los días sentíamos el acoso y la posibilidad que nos volvieran a destruir o cerrar la radio, y después del allanamiento, allá por el mes de diciembre que llegó Fidel Domínguez (jefe de la Policía en León) que sitió la radio. Básicamente cuando él salió de las instalaciones cerró y apagó la emisora, en ese momento yo me hice la pregunta que si verdaderamente habían clausurado y cerrado la radio.

Y fue cuando uno de mis colaboradores se subió por el techo de la radio para regresar hora y media después a encenderla, yo quería personalmente saber si iban a regresar a cerrar la radio y efectivamente la radio continuó trabajando y fue en ese momento que sufrimos la destrucción. No había espacio para seguir funcionando desde la cabina de la radio y no iba a poner en peligro la vida de periodistas, de hombres y mujeres de prensa que estaban ahí y tuvimos entonces que migrar todo el contenido periodístico a la plataforma digital.

 

¿Cuál ha sido su mayor reto desde que salió de Nicaragua?

Básicamente me reinventé. Salí al exterior (Estados Unidos) operando y manejando el tema de Radio Darío que siempre ha estado en el aire, igual involucrado en  proyectos como Voces en Libertad y con otros compañeros colegas que viven la misma situación.

 

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Aníbal Toruño, periodista y propietario de Radio en las ruinas del medio de comunicación tras el ataque el 20 de abril de 2018 | foto cortesía

 

¿Cómo ha asumido su vida en el exilio?

En la lucha, trabajando inspirado en los principios que me dejó mi padre, pero no es fácil. Es obvio que la transformación de vivir en el exilio, de vivir bajo los retos que te impone vivir fuera de tú país, tenés que inventarte, reinventarte todos los días para poder caminar y seguir luchando.

No es verdad que un ser humano pueda asumirlo y decir aquí estoy, y sigo haciendo lo mismo, no es verdad. Dentro de tu persona, de tu mente por supuesto que hay una lucha para seguir caminando, solamente el hecho de ser exiliado, que estás en un país extraño donde tenés que reinventarte para poder comer, para tener vivienda y podernos abrazar como nos hemos abrazado aquí en este estudio entre todos los periodistas, hombres y mujeres, y seguir enfocados en esa realidad difícil que aún vive Nicaragua.

 

Hay un compromiso con el periodismo…

Los medios de comunicación importantes (en Nicaragua) están cerrados. Si continúan cerrados, si sigue el apagón, la lucha no se termina y tenemos que continuarla, independientemente de los estados de ánimo que como todo ser humano estamos pasando.

 

¿Cuáles son sus planes?

A corto plazo regresar a Nicaragua y continuar con la labor, porque creo que es importantísimo mi liderazgo dentro de la radio; yo tengo hombres y mujeres que han seguido arriesgando sus vidas para poder generar contenido, noticias y seguir luchando por esto (la defensa de las libertades en el país).

Es obvio que ahora me toca regresar a un con los riesgos que implica y retomar el proyecto de Radio Darío y fortalecerlo a mediano y largo plazo; tanto Radio Darío como 100% Noticias de Miguel Mora, o Confidencial de Carlos Fernando Chamorro, queremos construir y reconstruir lo destruido y vamos a seguir luchando desde la perspectiva cívica, desde la perspectiva constitucional, porque los nicaragüenses tenemos derechos constitucionales y nosotros vamos a seguir luchando por el derecho a la libertad de expresión y poder informar.

 

Periodistas

Aníbal Toruño, director de Radio Darío en lectura del comunicado de periodistas y medios de comunicación independientes de Nicaragua en mayo 2018. Foto | cortesía

 

¿Aníbal Toruño aspira a un cargo público?

Mi papá me decía que soy un político romántico, porque a mí me encanta participar de los proyectos políticos hermosos y honestos de Nicaragua, pero siempre me decía un pensamiento muy bonito “ni ministro, ni portero del ministro”. Estoy enamorado de la comunicación, enamorado de lo que hago y me parece que la función nuestra está en poder seguir generando espacios, voces y capacidades, y plataformas para los que realmente están destinados o deseosos de seguir sirviendo a Nicaragua desde algún puesto público, poderle facilitar ese parlante.

No me veo yo con ninguna posibilidad de poder o deseos para participar en algún puesto público. Creo que le pertenece a otras personas y yo estoy enamorado de la comunicación, me gusta la comunicación y estoy allí, porque creo que es el mejor lugar en el que le puedo servir a la nación y por supuesto, nosotros, vos y yo y todos, tenemos una religión y la religión es poder llevar a la sociedad la capacidad de poder discernir, pensar y tener la capacidad también de poder compartir los pensamientos importantes y darle espacio y voces a los que no la tienen y creo que eso es básicamente la función mía y por supuesto de todos los que estamos en este medio de comunicación: la radio o la magia de la televisión o plataformas digitales que ahora precisamente nos unen de manera instantánea.

 

¿Entonces descarta una candidatura o un cargo de elección popular?

Yo estoy enamorado de lo que hago (periodismo) y creo que voy a participar en procesos políticos democráticos, honestos y transparentes que reconstruyan Nicaragua, independiente de que yo sea de principio liberal, pero voy a apostar por proyectos de nación, porque Nicaragua se merece un proyecto de nación y políticos inteligentes, capaces y transparentes.

Nicaragua no puede continuar construyendo dictadores, caudillos. Nicaragua tiene que construir una nación de todos y para poderlo hacer, es necesario la perspectiva de la comunicación, de periodistas, de medios de comunicación.