Las confiscaciones ilegales se han convertido en el arma letal que el régimen de Daniel Ortega usa hoy en día con la intención de demostrar su poder en contra de quienes se oponen e su dictadura, y los bancos parecen estar en esa lista negra, ya que el caudillo sandinista despótico en contra de ellos recientemente.

Fue así como Ortega reapareció el 18 de mayo para amenazar a los bancos de a Nicaragua que, a su criterio, son cómplices de las personas, medios de comunicación y organizaciones confiscadas por su dictadura, mismos que calificó como estafadores.

De esta manera, Ortega dejó en claro que las propiedades confiscadas ilegalmente representan los millones de dólares que la reciente investigación destacó en su contra pese a justificarse al decir que estos bienes incautados fueron declarados propiedad del Estado para el supuesto beneficio de los pobres, “invertirlos en los programas sociales; desde vivienda, salud, educación, seguridad social”, un parlamento ya gastado de tanto uso cada vez que habla.

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Cabe destacar que, la reciente investigación que lleva por nombre la Nueva Piñata Ortega-Murillo dejó en evidencia que las confiscaciones iniciaron en 2018, pero se intensificaron en febrero de 2023, a partir del destierro de un grupo de 222 presos políticos, y la desnacionalización de 94 ciudadanos que le seguiría.

Fue así como en un intento de justificar las confiscaciones ilegales que ha cometido su régimen, se debe después de dos días de la publicación de una investigación del Observatorio Pro Transparencia y Anticorrupción (OPTA), la cual reveló que las confiscaciones de bienes efectuadas en Nicaragua, tienen un costo de más de 250 millones de dólares, los que tendrán que pagar los nicaragüenses, pues esto representa una nueva deuda pública que mantiene ahogada la economía nicaragüense, siendo los ciudadanos más pobres los que siempre deben pagar los platos rotos del régimen sandinista.

“A Ortega no le conviene amenazar a los bancos”

Darío Medios consultó al respecto a un ex diplomático y analista político quien aseguró que uno de los pilares que mantienen al régimen Ortega-Murillo en el poder ha sido precisamente la relativa, en apariencia, de la no afectación del aparato productivo y financiero en el país.

“Esto ha sido de absoluta conveniencia. Es más productivo para el régimen seguir ordeñando la leche, con impuestos arbitrarios y excesivos, extorsión y confiscaciones veladas y selectivas que llevar la vaca al matadero”, expresó el analista al añadir que “la empresa privada se ha convertido en lacayos-administradores a su servicio”.

Para el analista , el régimen, de manera selectiva le pone el ojo a los negocios mas productivos y discreta o menos discretamente terminan en manos de “la familia” Corleone-Ormuresca o de su círculo. Es decir que, todo esto es para mantener el esquema, el cual requiere de la banca privada con quienes replica el mismo juego extorsionista.

Sin embargo, el ex diplomático enfatizó que a Daniel Ortega no le conviene apropiarse de la banca, cuando los tiene amenazados y en su bolsa. “Pues en el momento que vaya hacia la confiscación de alguno, se le cierran las puertas internacionales de ese grupo bancario y los primeros en cerrárselas serán los reguladores del gobierno americano”.

Según nuestra fuente, los banqueros afectados, que tienen tanto afuera como adentro podrían financiar a la oposición.

“El poder de Ortega está en el chantaje, además de la extorsión. Ya les ha quitado negocios pero no pueden decir nada por miedo a perder otro. Ha sido así desde los 80, recordémonos cuando a algunos productores les quitaban una finca pero les advertían “resígnate porque sino te quito la otra”. A sí los tiene, esas modalidades de chantaje son las que conoce. Expropiar la banca no le conviene. Les conviene mantenerlos “sedita”, puntualizó.

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En paralelo, el ex reo político y desterró nicaragüense, Juan Sebastián Chamorro explicó que muchas de las propiedades que confiscaron están prendadas a bancos, “estaban todavía hipotecadas y se les ha hecho difícil apropiarse de ellas, y por eso es que acusa a los bancos y les llama cómplices porque en su mentalidad, están obstaculizando su trabajo, su labor de confiscar”, afirmó Chamorro.

Dato: Desde 2018, año en que explotó la rebelión social en Nicaragua, el régimen de Ortega y Murillo ha confiscado viviendas, propiedades, medios de comunicación, oenegés, universidades, cámaras empresariales e iglesias sin el menor descaro posible y este estudio hizo que Ortega saliera de su sarcófago para despotricar nuevamente en contra de la oposición.