El body surfing es un deporte acuático que apenas se empieza a practicar en Nicaragua y consiste en deslizar el cuerpo a través de enormes olas alcanzando increíbles velocidades.

El campeón mundial de body surfing Chris Lafferty, visitó playas chinandeganas durante sus vacaciones, oportunidad que aprovechó un grupo de jóvenes guardavidas que lo siguieron hasta la playa viejana Aposentillo para conocer más de esta disciplina y mejorar su técnica.

Lafferty, tiene 50 años, nació en California y es médico obstetra, su padre lo instruyó en este deporte desde los 18 años y forma parte del Body Surfing Club del Mar: «siento orgullo de promover el deporte en este país y voy a enseñar al grupo diferentes posiciones del body y técnicas para estar seguros en el agua».

Locos por el body surfing

El instructor de guardavidas Jorge Tercero, encabeza el club «Locos por el Body Surfing», conformado por seis hábiles socorristas provenientes de diferentes barrios de Chinandega:«practicamos hace dos años, iniciamos con un grupo de guardavidas norteamericanos, somos el único club organizado en todo Centroamérica y estamos enfocados en mejorar».

Juan Canales, tiene 18 años y declara que el body lo desconecta de los problemas cotidianos mientras Eduardo Figueroa, de 23, califica este deporte como una experiencia única. Todos se esfuerzan para ser mejores y sueñan con participar en competencias internacionales.

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Surfistas buscan apoyo

El grupo necesita el apoyo de instituciones, empresas privadas ó particulares para completar sus equipos y vestimenta adecuada.

El club ha recibido la donación de algunos pares de aletas tipo «Dafín» para entrenar pero también necesitan trajes para deportes acuáticos, accesorios y no cuentan con recursos económicos para acceder a las playas idóneas donde practicar.

Nahualapa, Aposentillo y El Boom, son playas vírgenes ubicadas al noreste de El Viejo, atractivas y seguras para practicar body surfing. Cada año decenas de surfistas extranjeros acuden al sitio en busca de olas perfectas.

Kathia Reyes.