Familiares de reos políticos dijeron ayer lunes temer que sus parientes mueran en prisión, como ocurrió con el exguerrillero sandinista Hugo Torres el fin de semana, debido a que, según advierten, 22 de ellos son mayores de 60 años, padecen enfermedades crónicas y más de 100 presentan posibles síntomas de COVID-19.
En un comunicado leído en una rueda de prensa virtual, los familiares de presos políticos reiteraron su “inmensa angustia y preocupación” por las condiciones de aislamiento, mala nutrición y desatención médica en que sobreviven. “Nuestros familiares están en riesgo de muerte”, advirtieron.
El informe indicó que en la cárcel Modelo “varias personas se encuentran en estado de salud grave” y con síntomas asociados al coronavirus, mientras en la cárcel policial de “El Chipote” hay reos con enfermedades crónicas como hipertensión, parkinson, cáncer y diabetes, agrega.
“Hay más de 100 presas y presos políticos con síntomas de COVID-19 en los distintos centros penitenciarios, donde al menos 22 (prisioneros) son de la tercera edad”, aseguró Rodrigo Navarrete, directivo del Grupo de Secuestrados Políticos Unidos (GSPU).
Según datos de organizaciones de presos políticos, en el centro penal de “El Chipote” guardan prisión una docena de personas de la “tercera edad”, como el exembajador ante la OEA Edgard Parrales (80), el excanciller Francisco Aguirre Sacasa (76), los exguerrilleros Víctor Hugo Tinoco (69) y Dora María Téllez (65), así como la líder opositora Violeta Granera y el exembajador Arturo Cruz, ambos de 68 años.