VOZ DE AMÉRICA

En Nicaragua las mujeres trans demandan mayor celeridad para que se apruebe una ley de identidad de género.

Ludwika Vega tiene grabada en su mente tres recuerdos que aún le calan, dos de ellos fueron durante su niñez y uno de adulta. Las burlas de sus compañeros en el colegio y las de su familia que le decían que tenía “modos de niña”.

El tercero es el más reciente, pero no el menos doloroso, y tiene que ver con el intento de asesinato del que fue víctima en 2019 y del cual nunca hubo justicia. Las pesadillas la acompañaron por meses, dice.

En ese entonces Vega fue agredida salvajemente por dos hombres en moto que la interceptaron cuando salía de las oficinas de la Asociación Nicaragüense de Mujeres Transgénero (Anit), de donde ella es presidenta.