Este lunes se cumple un mes desde que el régimen de Daniel Ortega dejó en arresto domiciliar al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez. Previamente, Álvarez estuvo retenido 16 días en la Curia Episcopal de Matagalpa junto a un grupo de sacerdotes que fueron trasladados a las celdas de Auxilio Judicial en Managua.

En total, ya son 46 días de encarcelamiento los que lleva monseñor Álvarez. De acuerdo a fuentes allegadas a la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), no se sabe mucho sobre cómo se encuentra el obispo.

Álvarez tiene 55 años y además de ser el obispo de Matagalpa, es el administrador apostólico de la diócesis de Estelí.

De las pocas cosas que se han podido conocer, se supo que la salud de Álvarez ha desmejorado porque padece de problemas cardíacos. El obispo de Matagalpa permanece encerrado en la casa de sus padres en Managua. En este mes de encierro, el único que ha tenido acceso al obispo ha sido el cardenal Leopoldo Brenes, quien lo ha llegado a ver en al menos tres ocasiones.

Por ahora, el sistema judicial no ha abierto ninguna causa en contra de Álvarez, sin embargo, antes de que fuera encerrado en su casa, la Policía informó a través de un comunicado que el obispo estaba siendo investigado por un supuesto intento de promover “grupos violentos” para actuar en contra de la dictadura de Daniel Ortega

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Los otros sacerdotes son Ramiro Tijerino Chávez, José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, además del diácono Raúl González Vega, los seminaristas Darvin Leiva, Melkin Sequiera, el camarógrafo Sergio Cárdenas Flores.

Demanda la libertad de Álvarez

El maratonista Alex Vanegas que corría en Nicaragua “para correr a Daniel Ortega” encabezó el pasado domingo una caravana en algunas avenidas de Miami, Florida, en los Estados Unidos, en donde se encuentra exiliado desde algunos meses.

Vanegas estuvo detenido en al menos cuatro ocasiones por salir a manifestarse de manera cívica en las calles de Nicaragua. El corredor, junto a una amplia caravana de  carros, ciclistas y otros viajantes, exiliados y miembros de la diáspora, salió de los alrededores del Consulado de Nicaragua en la Avenida 13 de Miami, cruzaron la ciudad para  legar a la 57 avenida, hasta llegar a la Iglesia Santa Agatha.

Los manifestantes estuvieron en la misa oficiada por el obispo Silvio José Báez y al finalizar la celebración dominical, los nicaragüenses llevaron a cabo un acto en el que le entregaron una réplica de la antorcha de la libertad, al obispo Monseñor Báez, también exiliado del régimen Ortega- Murillo.

La caravana llevó el nombre de “Respete la patria” una icónica frase del obispo Rolando Álvarez que le dijo a unos transportistas extranjeros cuando le reclamaron por los tranques que habían puesto los manifestantes opositores en las carreteras del país.