Otra historia de trabajo arduo, pero al final de mucho éxito, es la de Faustina Laínez Mercado, quien es oriunda del barrio indígena de Sutiaba y que tiene más de cuarenta años de dedicarse a la elaboración de tiste, cacao, pozol, chingue y otros derivados del maíz, considerado por decenas de clientes, como el mejor lugar para adquirir pinol y cacao en esta ciudad universitaria.

 Faustina desde muy joven empezó ayudar a su mamá a elaborar pinol con cacao, masa de cacao, pozol y fue así como pudo aprender la receta que usaba su progenitora para elaborar los referidos productos, luego ella, prosiguió con este oficio y desde hace cuarenta años vende estos deliciosos productos en el Mercado Central de esta metrópolis.

 Describió Faustina que con ese negocio pudo llevar el sustento diario a sus cinco hijos, (tres varones y dos mujeres), pero, además, las dos mujeres trabajan a la par de ella, en el mismo oficio, mientras que sus hijos varones se desempeñan en otras actividades laborales.

 “Siento que he trabajado arduamente, pero ha valido la pena, porque ahora tengo un montón de clientes de todas partes que viene a comprar cacao, pozol, chingue, tiste, y me dicen que es el mejor, eso me enorgullece, y por eso no los defraudo, cada vez mejoro los productos”, dijo en voz baja esta Humilde mujer.

Faustina dijo que se levanta a la 4 de la mañana a preparar la venta y que desde muy temprano se traslada a vender los productos al Mercado Central y se retira a las dos de la tarde, “gracias a Dios he vendido a esa hora toda mi venta”, refirió. Esta sencilla y trabajadora mujer, es un personaje de nuestra gastronomía local, parte de la identidad e historia de León, que merecen de todos los leoneses, nuestro cariño, admiración y respeto, sobre todas las cosas. Visitemos a Faustina y compremos sus productos, de esta manera estaremos consumiendo los nuestro.