Por Kathia Reyes

Este viernes 5 de julio se cumple un año del asesinato de Alex Machado, joven leonés que murió defendiendo una barricada en el barrio indígena Sutiaba.

 

A su madre, Luisa Emilia Sánchez, le duele como si lo hubiera sepultado ayer: ¨Le truncaron el sueño a un joven de 25 años. Mi hijo tenía nueve orificios de bala¨ dijo a Radio Darío.

 

Sánchez, llegó junto a otros familiares, amigos y auto convocados de León a la Iglesia San Pedro, ubicada también en Sutiaba, para conmemorar el aniversario del asesinato de su hijo. Como se ha hecho costumbre, la Iglesia fue rodeada por decenas de policías “llegaron desde las 7 de la mañana. No me dejaron en paz. Es la memoria de nuestros hijos la que estamos recordando. Yo no estaba cometiendo un delito” comenta, ante la injustificada y excesiva demostración policial.

 

¿A QUÉ LE TEMEN?

 

Luisa Emilia, lamenta que los templos sean blancos de intimidación y amenaza policial y para policial: “Cuál es el miedo que le tienen al pueblo. Allí llegamos a orar. Todas las iglesias las rodean”.

 

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Alex Enrique Machado fue asesinado el 5 de julio de 2018 por paramilitares en la ciudad de León. El Joven originario de Sutiaba recibió nueve impactos de bala en su cuerpo | Fotografia Radio Darío

 

Pero este no es el único asedio que doña Luisa ha sufrido, también en ocasiones anteriores personas afines al gobierno han intentado localizarla para ofrecerle “cosas” haciendo alusión a los ofrecimientos materiales “te ofrecen de todo pero a mi hijo yo no lo vendo, porque el gobierno lo que quiere es lavarse las manos”, asegura.

 

La madre del mártir de Sutiaba, considera que la Ley de Amnistía fue creada para beneficiar al gobierno del FSLN y sus militantes.

 

Alex Machado sirvió a la Fuerza Naval siete años,  luego salió de las filas de esa institución. Tras su asesinato quedaron dos niños huérfanos mientras la ley de amnistía garantizó la impunidad de ese crimen.

 

Entre retratos y flores, doña Luisa Sánchez recuerda a su hijo. A un año de la muerte de su amado hijo Alex, su indignación está intacta así como su sed de justicia.