Familiares de presas y presos políticos evocaron estos tiempos de lluvias para demandar la liberación de sus seres queridos y enviarles un fraternal saludo.
“Los estamos esperando como agua de mayo”, por tanto apelaron a los gobernantes y a las fuerzas vivas de la nación, así como a la Iglesia para que, mediante un encuentro constructivo, se forjen las bases necesarias para el bienestar común, alegaron.
A la vez los familiares, aseguraron que no olvidan a todos y cada uno de los presos políticos, y se comprometen a contribuir de buena fe al fin patriótico.
“El mes pasado regresaron las lluvias puntualmente a Nicaragua, y nosotros como familiares de presos políticos, animados por el espíritu positivo de nuevos comienzos, hoy les pedimos a los gobernantes su liberación”, manifestaron.
Los demandantes también recordaron al gobierno de Daniel Ortega que no olvidan el hecho de buena voluntad que las autoridades tuvieron al mandar a casa por cárcel a algunos reos de la tercera edad o quienes tenían complicaciones médicas.
En otras ocasiones han denunciado que los opositores sufren castigos frecuentes y van desde chantaje emocional, amenazas de trasladarles a celdas más pequeñas y con peores condiciones y entrega discrecional de paquetería de los alimentos, privándolos además de medicamentos, bebidas y hasta papel higiénico, a la vez han señalado que las personas reas están pasando hambre, desnutrición y por ende existe un deterioro generalizado en la salud, el cual lo atribuyen a una política sistemática de torturas.
Al final del pronunciamiento, el grupo de familiares adjuntó los nombres de 70 reos de conciencia, cuyo delito fue alzar su voz en contra de violaciones a derechos humanos en Nicaragua.