A principios junio de 2018, en plena represión estatal contra la población civil desarmada de Nicaragua, el dictador Daniel Ortega llegó a Masaya para “celebrar el Repliegue Táctico”. Sin embargo, esa vez fue muy diferente, porque solo lo acompañaron policías y grupos paraestatales armados hasta los dientes. En ese año, esta ciudad todavía resistía con barricadas la embestida orteguista.

Un monimboseño, quien omitió su identidad, recuerda que, en esa ocasión, estando en la placita, lanzaron varios bombazos de morteros artesanales para hacer saber a Ortega y Rosario Murillo que Monimbó seguía en pie de lucha y que no volverían a entrar a dicho barrio. En ese momento, en televisión en vivo, tanto Murillo como el comisionado Ramón Avellán se inquietaron por los bombazos al aire, por lo que el dictador criollo apuró su discurso y luego salió raudo hacia Managua.

Temor a Masaya

“Después, en 2019, vino en un bus del servil de Enrique Quiñonez, y desde esa ocasión no volvió a Masaya. Recordemos también que Ortega es un anciano que no aguanta una caminata, esto sumado al temor que él le tiene al pueblo de Masaya. En 2018 hubo una sentencia de que no volvería a Monimbó, y él cree que su tumba será Monimbó si regresa. Aquí en Masaya todavía hay heridas abiertas y eso no se olvida. Aquí perdió totalmente el apoyo popular”, aseguró el ciudadano.

Un analista político radicado en Nicaragua, que por obvias razones no quiso brindar su identidad, comentó que la conmemoración del Repliegue Táctico a Masaya se ha degenerado y lo que hacen es disgregar pequeños grupos en diferentes municipios de Masaya y tomar abundante licor.

“Incluso han cambiado hasta la fecha, porque originalmente es el último domingo de junio, y ahora cuando se les antoja lo celebran un sábado o domingo, y hacen caminatas, ferias, torneos deportivos, y eso es, según ellos (los sandinistas), para conmemorar a los caídos. Pero la verdad es que desde hace tiempo perdió el apoyo de la población; Creo que había más gente cuando estaban en la oposición”, aseguró el consultado.

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Celebración reducida

“El famoso Repliegue Táctico que se hacía en Masaya se ha convertido en una celebración de un grupo reducido de militantes del partido sandinista y de empleados estatales. Prácticamente, lo que hacen es un carnaval de poca calidad, que no convence a la población porque ni siquiera tienen poder de convocatoria. Más que eso, hacen sus actividades para adular al par de dictadores”.

La masacre de Batahola fue la del Repliegue al Vapor, de donde salieron pobladores de los barrios de Altagracia, Batahola y sectores aledaños. Este también se realizó en junio. La diferencia entre el Repliegue al Vapor y el de Masaya es que el primero fue solo para resguardar la seguridad de unos pocos combatientes, mientras que el de Masaya era para reorganizarse y dar la estocada final a la dictadura de Somoza, y de este salieron pobladores de los barrios orientales de Managua.