Si hay una palabra que no existe en el diccionario de la joven Idalia Lacayo, es “ocio”, pues desde tempranas horas de la mañana está en pie para iniciar sus labores diarias, comenzando por preparar desayunos para sus dos hijos, llevarlos a la escuela, luego ella con pasta, trapo, cepillo en mano, se dispone a sacarle brillo a los zapatos de sus clientes en el mercado Israel Lewites de Managua.

Y es que el ambiente de este populoso centro de compras no es ajeno para esta capitalina de apenas 23 años, quien recuerda que desde niña visitaba este lugar y se fue creando la idea que de ese bullicio no se iría tan fácil.

“Mi mamá me traía al mercado desde que tenía seis años de edad y a mí me gustaba, siempre me ponía a jugar de lustradora con una chinela vieja y así fue como inicié con este trabajo”, expresó al medio Vos Tv.

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Con su trabajo sostiene su pequeña familia. Foto: Vos Tv

Zapatos quedan brillantes

Ella es madre soltera, como muchas mujeres en Nicaragua, pero eso no le ha impedido buscar un oficio honrado y tener las ganas de sacar adelante a su pequeña familia, por lo que recordó que desde niña jugaba a lustrar zapatos y traveseaba con las pastas de lustrar, y ahora de mayor se empujó un buen día a ofrecer lustrado y reparación de calzado.

“Al principio fue muy difícil porque habían muchas críticas, sobre todo por parte de los hombres, la mayoría dice que la mujer no puede desempeñar el oficio de lustrar, porque no lo hace bien, pero hoy en día vemos que muchas mujeres han decidido incursionar en esta actividad”, recalcó.

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Esta madre soltera es ejemplo de lucha. Foto: Vos Tv

Tiempo para los estudios también

Su ajetreada vida diaria, inicia desde que apenas los rayos del sol penetran sobre su humilde vivienda. Desde las 6 y 20 de la mañana hasta las 5 de la tarde que sale de su trabajo hacia su casa, rutina de todos los días de forma religiosa. Pero su deseo de superación no termina a esa hora, pues en horas de la noche de martes, miércoles y jueves, dedica tiempo para estudiar a través del programa “Yo sí puedo” de educación para adultos.  

“Con el embarazo de mi primer hijo, no puede seguir estudiando, pero nunca es tarde y por eso tomé el programa de educación para adultos y luego pienso profesionalizarme”, expresa la mujer, mientras lustra el calzado a un varón.

Si usted anda por este sector y quiere lustrar o reparar sus zapatos con esta joven madre, debe saber que los precios son los siguientes: una lustrada cuesta 30 córdobas y si son botas o utiliza pasta blanca, su precio es de 40 córdobas.

En cuanto a la reparación, el precio puede variar entre los 40 y 80 córdobas en dependencia de la complejidad del trabajo y del estilo del zapato.