Redacción Central
Flor de María Valle, es la primera mujer en la historia de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León) que la cúpula política del FSLN, asigna el cargo como rectora de esta alma mater.
Individuos cercanos a Flor de María Valle la describen como un elemento disciplinado, con meritorias calificaciones en su proceso de formación profesional, pero ha sido el fanatismo al partido rojinegro que le ha llevado hasta donde está, ahora con gran desaprobación popular.
La designada rectora de la UNAN León es hija de Azucena Espinoza, originaria de Somoto, quien fungió durante toda su vida como secretaria en la misma alma mater. Su papá es Roger Valle, oriundo de León, quien se desempeñó como telegrafista.
“Valle, llegó a este cargo sin ningún mérito, solo el ser leal al partido Frente Sandinista, sus antecedentes académicos solo la destacan como docente en esta casa de estudios”, según relatan ex catedráticos contemporáneos a la rectora de la UNAN León.
Otras fuentes consultadas la califican como una profesional que ha venido escalando poco a poco con esfuerzos, pero aseguran que su ideología partidaria no le ha favorecido, después de abril. El escalón de cargos y desempeños que ha tenido Valle, han crecido, contribuyendo en gran parte por su lealtad al FSLN, reafirmándolo después de abril.
Flor de María Valle coincidió en la peor época de la universidad. Se convirtió no solo en la primera fémina en llegar a desempeñar este cargo, sino también, bajo su mandato en la rectoría, en la primera en darle la espalda a decenas de estudiantes que protestaban contra el gobierno actual.
“Indirectamente, Flor de María Valle es uno de los rostros en León que dirigió la represión contra los universitarios aquel 19 de abril cuando apoyaban a los ancianos que marchaban contra las reformas del INSS”.
Mauricio Álvarez, ex docente de esta universidad, biólogo de profesión, quien recibió una carta de despido el pasado 8 de noviembre por la rectoría de esa alma mater, encabezada por Flor de María Valle, lamentó el accionar de Valle y de todo el personal que la rodea.
Más de siete docentes fueron despedidos arbitrariamente por la rectoría de esa institución educativa. Asimismo, decenas de trabajadores del personal administrativo recibieron la carta de cese de sus labores por orientación de la rectora.
Una fuente en el anonimato asegura que Flor de María Valle por órdenes del FSLN inició un plan de casería a jóvenes que participaban en las protestas anti gobierno, decidió junto con sus contubernios a “depurar”. Ese acto en la actualidad se considera represalia política, y es expulsar a jóvenes que dirigían al Movimiento Estudiantil 19 de abril y a otros que participaban en estas movilizaciones denominadas Azul y Blanco.
Valle es odiada por miles de estudiantes de esta universidad y desaprobada por la opinión popular de la ciudad universitaria, asimismo es aplaudida por toda la cúpula del partido gobernante, por su lealtad, quien se mantuvo firme a los intereses de Ortega-Murillo durante la represión en el país, comenzada desde el 18 de abril del año pasado.