Las alcaldías sandinistas del país enviaron cuadrillas de trabajadores este fin de semana a colocar gigantes árboles de navidad en las plazas y adornos decembrinos en las avenidas de las ciudades.
De tal manera que desde este pasado domingo las calles están revestidas de colorido, sin embargo, en los hogares nicaragüenses la situación es gris por la carestía de la vida y el galopante desempleo y estado policíaco.
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Según analistas independientes afirman que el régimen trata por todos los medios de aparentar que en Nicaragua todo está normal. En medios de masivos despidos en las instituciones del Estado y despliegue de patrullas de la Policía al servicio de la dictadura, que se movilizan por las urbes creando pánico entre los pobladores.
Igualmente, dos líderes comunitarios del occidente del país señalaron que las autoridades edilicias paralelamente deberían no solo engalanar los parques y calles centrales.
También deberían estar abocados a reparar los caminos de penetración a las comunidades rurales que están en mal estado a consecuencia de las intensas lluvias.
Añadieron que hay muchas familias de escasos recursos en barrios y repartos que las lluvias provocaron daños en los techos de las casas y que necesitan materiales de construcción para rehabilitarlas.
Alcaldías orteguistas dejaron a su suerte a las calles y comunidades afectadas por las lluvias
“Por aquí no ha aparecido ningún funcionario de la municipalidad y ni de Rosario Murillo, ofreciéndonos ayudas para reparar los techos y las calles de nuestras viviendas que fueron levantados por los fuertes vientos de la Tormenta Pilar”, manifestaron varios pobladores de la Costa Caribe nicaragüense.
Adicionaron nuestros informantes que en los hogares hay personas que se han quedado sin trabajo por los despidos que ha provocado Rosario Murillo.
Remesas ayudan menos a las familias por el alto costo de la canasta básica
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Igualmente, dos madres de familia que sus hijos emigraron hacia los Estados Unidos, por la falta de empleo en Nicaragua, dijeron desde el anonimato que las remesas son insuficientes ante el aumento de la canasta básica, que alcanza más de los 18 mil córdobas.
