La socióloga y defensora de los derechos de las mujeres, María Teresa Blandón dice que el asesinato de la comerciante de  León,  “Aleyda Catalina Gómez Sandoval”, evidencia claros indicios de formas delincuenciales organizada, “porque se trata de un secuestro planificado que  derivó en un asesinato”.

Blandón expresa que el crimen contra la comerciante deja al descubierto que la violencia en Nicaragua se ha incrementado exponencialmente durante los últimos cinco años y “que se agudiza porque las mujeres y niñas están en la indefensión”.

La activista asegura que el aumento de la violencia en Nicaragua tiene que ver con  factores  asociados al clima de violencia machista que vive  el país, y se agudiza y se potencializa cuando el propio “Estado” recurre a ella,  de manera  injustificada.

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La defensora de los derechos de las mujeres afirma que la violencia institucionalizada que ejerce el régimen sandinista contra los nicaragüenses,   “abren todas las compuertas para comportamientos agresivos y violentos por parte de ciertos sectores, a esto habrá que sumarle la  dimensión de la violencia machista que es antigua y que está muy encarnada”, subraya.

A criterio de la especialista, las  instituciones públicas están ejerciendo violencia desbordada que nada tiene que ver con el marco legal y Estado de Derecho, “es decir una violencia abusiva y las víctimas no tienen donde recurrir para procurar justicia”.

Blandón agrega que Nicaragua registra en lo que va del año 57 asesinato de mujeres y de niñas y más de cien intentos de femicidios.

María Teresa Blandón asevera que las penitenciarías están   permanentemente liberando a presos comunes dentro de los cuales hay  violadores, abusadores  sexuales y sujetos que han ejercido  violencia física y psicológica e incluso por femicidio, “eso nos dice  que Nicaragua   es  tierra de nadie,  donde las reacciones más primarias y  violentas están a la luz del día”.

“Otra vez volvemos a decir, en el país  no se respetan las  leyes  y los propios funcionarios del Estado, “en este caso la policía” no respeta  las normativas y no está sensibilizada ni capacitada para atender la violencia contra las mujeres”, afirma la dirigente feminista.

La activista expresa  que el régimen Ortega – Murillo ha cerrado todos los espacios cívicos, donde las  organizaciones de mujeres, feministas y  defensoras venían  trabajando para sensibilizar a la sociedad en las causas y consecuencias que tiene la violencia machista y en apoyo a las víctimas.

“El cierre de todos esos espacios no permite llegar a tocar las voluntades de la sociedad nicaragüense para movilizarse en contra de la violencia que sufren las mujeres y niñas”, asegura la experta.

María Teresa Blandón dice desde el exilio que lamentablemente existen en Nicaragua la “tormenta perfecta”, “es decir todas las condiciones para que sigan ocurriendo terribles actos de violencia contra las mujeres”, como el caso de Aleyda Catalina Gómez Sandoval

En Nicaragua,  todo es  inseguridad y violencia, las mujeres y las niñas  están inseguras, porque hay condiciones desiguales de poder, y  muchos hombres quieren seguir ejerciendo un poder de control de dominio, de imposición y abuso”, sostiene la lideresa feminista.