Una fuente vinculada al Ministerio de Salud (MINSA) de Nicaragua informó a Darío Medios Internacional que el 24 por ciento de los embarazos que ocurren cada año en el país centroamericano son de niñas y adolescentes de entre 15 y 18 años de edad, aunque no se incluyen las gestaciones de niñas de 10 a 14 años.
El Instituto de Medicina Legal (IML) también dio un dato “aterrador”: entre 2017 y 2021, 16,304 niñas sufrieron violencia sexual en diferentes comunidades del país.
En ese sentido, este medio de comunicación conversó con la activista feminista y desterrada política María Teresa Blandón, quien aseguró: “Los embarazos en niñas y adolescentes son consecuencia de la violencia sexual y la falta de educación sexual y reproductiva en el sistema educativo de Nicaragua”.
“El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo se opuso a desarrollar contenidos sobre educación sexual en primaria y secundaria y oculta información sobre las cifras reales de niñas y adolescentes que llegan a parir a las casas maternas ubicadas en las comunidades urbanas y rurales de Nicaragua”, subrayó.
Agregó que Rosario Murillo solo implementó consejerías sin personal calificado y presupuesto, que al final quedaron sin funcionar y al margen de la problemática de violencia que viven la niñez y adolescencia.
Mantuvo que en Nicaragua no existe información en las unidades de salud estatales sobre métodos anticonceptivos ni sobre la importancia del uso del condón en las relaciones de “consenso” entre parejas adultas, mucho menos para adolescentes.
Expresó que apenas dos de cada cinco adolescentes usan algún método anticonceptivo en la primera relación sexual. Este indicador muestra un enorme desafío en términos de información y empoderamiento sobre salud sexual y reproductiva por parte de los jóvenes.
Rosario Murillo prohibió información pública sobre embarazos de niñas y adolescentes
“Los funcionarios del MINSA, por órdenes de Rosario Murillo, han dejado de brindar información sobre los embarazos y fallecimientos en los partos de niñas y adolescentes para ocultar números ‘escalofriantes’ de la violencia sexual y muertes maternas”, denunció Blandón.
Determinó que existe un subregistro de violencia sexual contra las niñas y adolescentes porque los abusos ocurren en la familia, son cometidos por padrastros, tíos y padres, y por eso los violadores no son denunciados, aseveró.
“El embarazo en una mujer adulta puede ser una causa de complacencia, incluso de realización personal. En las niñas y adolescentes causa mucho temor. Hay adolescentes que se han suicidado. Indiscutiblemente, son personas que apenas empiezan la vida y no están preparadas para sobrellevar una carga complicada: el embarazo y la maternidad”, puntualizó Blandón.
El último informe que dio a conocer oficialmente el Minsa sobre los embarazos precoces fue en 2014, cuando dijo que unas 10,146 niñas pasaron a ser madres; la cifra aumentó a 193,904 entre la población de 15 a 19 años.
Especialistas recomiendan trabajar en la prevención de embarazos
Según un especialista miembro honorario de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Nicaragua, el 30 % de los embarazos totales en Nicaragua se da en adolescentes. De ellos, un 25% mueren, “una cifra alta y preocupante”.
Estableció que se debe trabajar en una orientación hacia la prevención de embarazos, demorar el inicio de las relaciones sexuales y suministrar métodos de planificación familiar. “Esas son las tácticas fundamentales, asociadas a la educación”. Adicionó que las mujeres en nuestro medio se mueren por preeclampsia y eclampsia, lo que se soluciona con una atención pertinente.
Insistió en que, a medida que pasa el tiempo, Nicaragua se aísla más de la posibilidad de cumplir con uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio: la reducción de la mortalidad materna, dado que existe un incremento del 30% en embarazos de adolescentes, cuyo grupo tiene grandes riesgos de morir en el período de gestación o en el parto.
El embarazo es la principal causa de muerte para las adolescentes
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud sostiene que las madres adolescentes (de 10 a 19 años) tienen mayor riesgo de eclampsia, endometritis puerperal e infecciones sistémicas que las mujeres de 20 a 24 años. Los bebés de madres adolescentes tienen un mayor riesgo de padecer bajo peso al nacer, nacimiento prematuro y afección neonatal grave.
El embarazo es la principal causa de muerte para las adolescentes de todo el mundo, cobrándose la vida de miles de ellas cada año o dejándolas gravemente enfermas, según denuncia la organización defensora de los derechos de la infancia Save the Children.
“Los embarazos y partos causan anualmente el fallecimiento o serias lesiones a un millón de adolescentes, la mayor parte de ellas jóvenes de escasos recursos, con un difícil acceso a la educación y residentes en países en desarrollo”, refirió el organismo.