Una vez más, el director de Darío Medios Internacional y exiliado nicaragüense Aníbal Toruño fue víctima de la embestida de la dictadura sandinista, que consumó el robo de la casa de sus hijos. Esta propiedad fue expropiada en marzo de 2023 y este jueves fue inaugurada como un centro de hemodiálisis que lleva el nombre de Francisco Jarquín. Según el afectado, esta vivienda es fruto del trabajo duro de años.
“Hoy (jueves), la dictadura de Ortega Murillo quiere ocultar el despojo y el robo de la casa solariega de mis hijos. Con la inauguración de un centro de hemodiálisis, quieren enterrar este despojo descarado y con ello pretenden borrar la historia del origen de la casa, que fue construida con sacrificio y sudor honesto de un trabajador que en los años 80 se marchó de Nicaragua, escapando al exilio para no correr la misma suerte que miles de jóvenes que murieron en lo que se puede llamar el campo de concentración más grande después de Hitler”, comentó Toruño.
Fruto de años de sacrificio
En palabras directas al dictador Daniel Ortega, Toruño le hizo ver que sigue siendo el mismo delincuente de ayer que reclutaba a miles de jóvenes, y el dictador de hoy. Además, recordó que en su camino al exilio en los 80, se propuso tener dos trabajos en una jornada de 18 horas seguidas, durante tres años, lo que le privó de un día libre o de vacaciones. Este sacrificio fue para construir la casa de sus hijos, que en la actualidad es utilizada por la dictadura sandinista.
“Pueden pasar años, pueden vaciar toneladas de cemento, pueden construir un asilo, una clínica o un hospital; eso, Ortega y Rosario (Murillo), no les va a quitar ni absolver el robo y la responsabilidad de la profanación del hogar sagrado. La piñata de los años 80 alcanzó más de 20 mil propiedades. Se volvieron millonarios con mansiones y propiedades. El robo le costó al pueblo humilde 1,600 millones de dólares. Hoy regresan y llevan más de 250 millones en la nueva piñata. Son marrulleros, o como decía Herty Lewites, un zorro delincuente, que sigue asaltando al Estado de Nicaragua”, subrayó el afectado.
“Un día habrá justicia”
Toruño aseguró que Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo conforman una mancuerna y la tiranía más cruel de los últimos años en este país centroamericano. De igual forma, afirmó que un día habrá justicia y que ambos dictadores, junto a su línea de mando, pagarán por los crímenes de lesa humanidad, como el despojo de su casa. Parafraseó al poeta nicaragüense Rubén Darío diciendo: “A mi Nicaragua, yo te ofrezco el acero en que forjé mi empeño, la caja de armonía que guarda mi tesoro, mi esfuerzo, mi nombre y si suena, volveré”.
Entre otros actos represivos contra Toruño, se registra que en abril de 2018 las turbas sandinistas prendieron fuego a las instalaciones de Radio Darío en León con trabajadores dentro. Posteriormente, en agosto de 2022, la dictadura orteguista canceló la licencia de operación de dicha emisora, tras 73 años de estar al aire, sumado al despojo de la nacionalidad de su propietario.
