El régimen de Daniel Ortega ha apresado al menos a cinco sacerdotes de la Diócesis de Estelí. Tras estos encarcelamientos los feligreses han indicado que en las parroquias que estaban a cargo de los religiosos no se está celebrando misa y que los delegados de la palabra son quienes están haciendo algunas celebraciones religiosas, pero están siendo vigilados y acosados por los aparatos represores de la dictadura. 

La investigadora y abogada nicaragüense Martha Patricia Molina dijo que “la gente lo único que pide es la oración y que sus sacerdotes regresen para seguir en sus actividades religiosas que han tenido toda la vida porque cuando no hay un sacerdote que pueda celebrar misa (…) la iglesia católica se auxilia de los delegados de la palabra y es así que uno puede celebrar la palabra, o se leen las lecturas”. 

Molina denunció que ha recibido información que la policía y los paramilitares están asediando los templos de manera casi permanente. 

Más sacerdotes a la cárcel

“La dictadura los está vigilando a diario (a los laicos) les toman fotografías y policías me han reconfirmado que se llevarán a más sacerdotes”, denunció la abogada.

En los últimos meses la dictadura de Ortega se ha ensañado con la Diócesis de Estelí y a capturado a los sacerdotes: Eugenio Rodríguez Benavidez, titular de la iglesia Divina Providencia, de Jalapa, Nueva Segovia, y a Osman Amador,miembro de la Junta Directiva de Cáritas Estelí, detenido el 8 de septiembre. 

Estelí misa
Parroquias en Estelí sin misa ante encarcelamiento de sacerdotes 2

También fueron detenidos el padre Iván Centeno, párroco del templo Inmaculada Concepción de María, en Jalapa, Nueva Segovia; Julio Norori, quien estaba a cargo del templo San Juan Evangelista, de San Juan del Río Coco, y el padre Alvaro Toledo, de la parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Ocotal.

Y es que en las iglesias no ha sido delegado ningún sacerdote que pueda acompañar a la feligresía, sin embargo, los católicos continúan asistiendo a sus templos, a pesar de la brutal represión que no cesa el régimen sandinista.

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Molina concluye que este endurecimiento de la dictadura contra la iglesia católica y contra la Diócesis de Estelí y la de Matagalpa es porque “estas zonas del norte y ahí también incluyó a Jinotega los sacerdotes tienen un espíritu más elevado de compromiso y de comunidad y ellos en ningún momento han dejado de orar y de pronunciarse por la libertad de Monseñor Rolando José Álvarez, entonces como no los han logrado callar e intimidar a pesar de que los visitan constantemente, proceden a llevárselos presos”.