Por segundo año consecutivo, el régimen de Daniel Ortega prohibió procesión de la imagen de Nuestra Señora de Candelaria, patrona de Dirimo, Granda, actividad religiosa que se celebrará el próximo 21 de enero.
De esta manera, la dictadura orteguista sigue con su política represiva contra la Iglesia católica de Nicaragua, obstaculizando la libertad de culto.
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Por su parte, la abogada e investigadora en temas religiosos Martha Patricia Molina recordó en su cuenta de X que «un año más que Nuestra Señora de Candelaria se queda encerrada en su Santuario».
«Todas las procesiones volverán a salir a las calles hasta que la Dictadura no exista en Nicaragua; por el momento queda acostumbrarnos a esa nueva manera de vivir la piedad popular y pedirle a Dios que tenga clemencia de su pueblo pero que sobre todo toque el corazón de todos los encargados de la persecución religiosa que vivimos en nuestro país», agrego la jurista.
La festividad católica es una de las más representativas del departamento de Granada y llegan a rendir tributos decenas de miles de fervorosos a la imagen de Nuestra Señora de Candelaria por favores recibidos.
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Antes de las prohibiciones que ha hecho el régimen de Ortega para que no salga la imagen de la patrona de Diriomo, las autoridades religiosa se han visto obligadas en dos ocasiones a cancelar sus actividades.
En 2021 y 2022 quedó suspendida la procesión de la Virgen de Candelaria como medida preventiva para evitar contagios del Covid-19.
La misma situación que atraviesa la feligresía diromeña y de Chinandega, donde también se celebra la actividad, atraviesa todo el país, que sigue siendo victima de la ola represiva ejecutada por el régimen de Ortega contra la Iglesia católica.