Con una alerta de la Fuerza Naval pescadores  chinandeganos vuelven al mar

Marineros de la Fuerza Naval desde el municipio costero de Puerto Morazán ingresaron el viernes al Golfo de Fonseca para alertar y retornar con los pescadores de 15 familias que se exponían a los fuertes vientos en el desarrollo del Huracán Julia. 

En la zona del Mercadito ‘Santa Ana’, Chinandega, se observan más huevos de tortuga, eso ante la salida masiva de los quelonios ante la fuerza de los oleajes en Venecia y Padre Ramos, producto de los fuertes vientos y aguas revueltas en altamar. 

“Vi que detrás de la casa en la costa (Jiquilillo) estaban saliendo las tortugas y muchas gentes aprovecharon de sacar los huevos, luego las dejaron ir”, comentó un poblador del sector Los Zorros. 

En los mercados Santa Ana y Central, se cotizan a 90 y 100 córdobas la docena de huevos de tortuga sin control del Instituto de la Pesca y Acuicultura (Inpesca) de los que se ofrecen a la clientela.

Los visitantes a los mercados aprovechan para llevar también conchas negras. El róbalo es un pez que se le encuentra en altamar pero ante las aguas revueltas se ha acercado a la costa y lo han atrapado en los últimos días con el sistema de líneas en marea seca. 

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Por su parte los camarones se pregonan a 40 córdobas la docena ya pelado, 50 córdobas y 70 el de mayor tamaño respectivamente. Este producto tiene un mercado cautivo para las comiderias y restaurantes, también del provinciano que desea darse un gustito a mitad de la semana. 

Advierten a pescadores

El Distrito Naval ordenó, en El Golfo de Fonseca, la salida de pescadores de Potosí, Punta de Piedra, El Rosario y Santa Julia, (El Viejo), además, de Puerto Morazán de quienes faenaban mar adentro en el Golfo de Fonseca pero advirtieron mantenerse en esa zona por el fuerte oleaje que aún se mantiene. 

“Los camarones que traemos son de la zona de abajo de la comunidad Cantagallo (al Este de Puerto Morazán) que corresponde a lagunas naturales en cuyos bancos de langostinos ingresan los pescadores artesanales para faenar”, dijo un comerciante esta mañana.

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Los vientos huracanados del fin de semana hicieron volar el techo de zinc de varias viviendas y una decena de árboles cayeron frente a la bocana de Padre Ramos (El Viejo). Ayer martes empezaron a activarse más de 160 pescadores y una decena de acopios.

El comercio del pescado y mariscos casi no se detuvo en la región. Por su parte se mantiene la vigilancia por lanchas rápidas de la Fuerza Naval en aguas jurisdiccionales para evitar la piratería de barcos hondureños y salvadoreños.