En un notable acto de diplomacia y defensa de los derechos humanos, Juanita Goebertus, directora de la División de las Américas de Human Rights Watch (HRW), entregó una carta al papa Francisco este miércoles 29 de mayo de 2024. Este gesto, que tuvo lugar en una plaza de Roma, busca captar la atención del pontífice y del mundo sobre la crisis política y humanitaria en Nicaragua. Goebertus, quien compartió imágenes del momento en sus redes sociales, explicó que la carta es una iniciativa respaldada por víctimas nicaragüenses para promover una transición democrática en su país.

La misiva, originalmente anunciada en julio de 2023, está firmada por 179 nicaragüenses, incluyendo destacadas figuras de la oposición, periodistas y defensores de derechos humanos. Entre ellos se encuentran nombres como Sergio Ramírez, Gioconda Belli, Carlos Fernando Chamorro, Félix Maradiaga y Medardo Mairena. El documento propone la creación de un “Grupo de Amigos del Pueblo Nicaragüense” con el objetivo de diseñar una estrategia multilateral y de alto nivel para fomentar una transición democrática en Nicaragua.

Contexto de la iniciativa

La carta fue publicada en el sitio web de Human Rights Watch en el contexto de la Cumbre UE-CELAC celebrada en Bruselas en julio de 2023. En ella, se insta a los gobiernos de América Latina, la Unión Europea y sus Estados miembros a formar este grupo de apoyo. El propósito del grupo sería celebrar reuniones de alto nivel en consulta con organizaciones de la sociedad civil nicaragüense y otros actores locales, para diseñar acciones pacíficas que promuevan la liberación de presos políticos, justicia y reparación para las víctimas de la represión, y la realización de elecciones libres y justas.

La carta reconoce los esfuerzos de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y su comisión de trabajo en monitorear la situación en Nicaragua, pero subraya que la gravedad de la crisis requiere acciones más decididas y lideradas por gobiernos de América Latina y el Caribe. Este enfoque busca una intervención más activa y comprometida a nivel internacional para enfrentar la represión y violencia que se vive en Nicaragua bajo el régimen de Daniel Ortega.

El silencio del papa Francisco

El papa Francisco ha mantenido un largo silencio respecto a la crisis en Nicaragua desde que en marzo del año pasado criticara abiertamente al gobierno de Daniel Ortega. En esa ocasión, el Papa comparó al régimen nicaragüense con el nazismo y cuestionó la salud mental de Ortega, lo que provocó la ruptura de relaciones diplomáticas entre Nicaragua y el Vaticano. Desde entonces, la iglesia en Nicaragua ha enfrentado una intensa persecución, incluyendo la prohibición de actividades religiosas y el encarcelamiento de sacerdotes, además de una investigación por supuesto lavado de dinero que resultó en el congelamiento de las cuentas bancarias de las diócesis.

En enero de este año, el régimen de Ortega excarceló y desterró a varios sacerdotes, incluyendo a Monseñor Rolando Álvarez, en lo que muchos críticos consideran un acuerdo de silencio y no intervención por parte del Papa con los dictadores nicaragüenses.

Juan Sebastián Chamorro, uno de los firmantes de la carta y desterrado político, expresó en X (antes Twitter) su agradecimiento a Goebertus por entregar personalmente el documento al Papa. Chamorro también agradeció a la Escuela Keough de Asuntos Globales y al Instituto Kroc de la Universidad de Notre Dame por facilitar esta entrega.

Goebertus, abogada y politóloga colombiana con una destacada trayectoria en procesos de paz y justicia transicional, ha sido una figura clave en la promoción de esta iniciativa. Su intervención busca catalizar una respuesta internacional que aborde la profunda crisis que vive Nicaragua, movilizando el apoyo de líderes globales y organizaciones internacionales para presionar por un cambio significativo.

La entrega de esta carta al papa Francisco representa un intento desesperado de la oposición nicaragüense y de las víctimas del régimen de Ortega por obtener apoyo internacional para una transición democrática. La propuesta del “Grupo de Amigos del Pueblo Nicaragüense” es una estrategia que busca articular esfuerzos globales para restaurar la democracia y los derechos humanos en Nicaragua. Queda por ver si este llamado resonará en el Vaticano y más allá, motivando una intervención internacional que pueda traer esperanza y cambio a una nación profundamente afectada por la represión y la injusticia.