Han transcurridos seis años del cruel  crimen que ordenó el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra seis miembros de una misma  familia del barrio Carlos Marx,  Managua, un 16  de junio de 2018.

Oscar Velásquez Pavón de 45 años,  Maritza López Muñoz de 45 años, Alfredo Velásquez López 21, Mercedes Raudez Álvarez 18, Daryeli Velásquez Raude 2 años y medio,  Matías Velásquez Raude 5 meses, son los nombres de las victimas del mortal siniestro.

Héctor Mairena opositor y desterrado político nicaragüense, dijo  que en medio de todas las acciones represivas de la dictadura entre abril y junio de 2018, la quema de la casa de la familia Pavón sobre- sale por su magnitud y por su atrocidad.

“Es una muestra evidente, pero dolorosa de lo que ha tenido que sufrir el pueblo nicaragüense por culpa de Ortega”, sostuvo.

Señaló también que una familia inocente con menores de edad fueron quemados  en su propia casa por militares y parapolicías, por esos muertos tiene que haber justicia en Nicaragua,  sin duda los responsables de estos crimines tendrán que pagar.

Los asesinatos  de 2018 fueron ordenados y alentados  por el propio régimen

Asimismo,  la socióloga y confinada política María Teresa Blandón aseguró que todos los crímenes que se cometieron  en el año 2018, son dolorosos y graves donde  el propio Estado actuó  alentando a grupos paramilitares para que cometieran asesinato atroz,  uno de ellos,  es el ocurrido en el barrio Carlos Marx contra la familia de un pastor evangélico.

“Una familia que fue presionada para que colaborara con las fuerzas paramilitares y que al negarse fue asediada, donde el propio Estado impidió la actuación del cuerpo de bomberos”, destacó.

Indicó la activista que asesinar a sangre fría a 4 personas adultas y a dos niños,  es algo atroz y si hay gente que se atreve hacer esto y si cuentan con la complicidad del propio Estado, “estamos hablando de una descomposición social”, afirmó.

Determinó que a partir de esos  asesinatos, los nicaragüenses dejaron de creer en la Policía, en el gobierno, porque se convirtió en enemigo de la sociedad y un criminal.

Ciertamente la dictadura desde el primer momento culpó  a otras personas sin ninguna prueba, los propios vecinos despavoridos se congregaron  alrededor de la casa y  dijeron que eran fueron  paramilitares que cometieron la acción criminal,  además, hay vídeos que documentan como los paramilitares rodearon la casa para incendiarla y asesinar a la familia.

El crimen contra la familia conmovió a toda Nicaragua y tiene que ser castigado cuando los nicaraguenses  lograremos el retorno de la democracia, manifestó Blandón.

Un analista político bajo anonimato dijo que el crimen contra la familia Pavón es uno  de los más horrendos y crueles  de lesa humanidad cometidos por policías y paramilitares del régimen de los Ortega Murillo, el que han pretendido cubrir con un manto de impunidad, negándole el derecho a las víctimas a acceder  a la justicia, mediante una investigación imparcial y un juicio justo, más bien recurre  al encubrimiento mediante la promoción de versiones falsas y amenazas a  los testigos. Es el tipo de crímenes que la comunidad internacional en base al principio de jurisdicción  universal deberá llevar al conocimiento de los tribunales competentes según él derecho internacional.

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Velorio de Victimas del atentado

Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más exige justicia para las víctimas del Carlos Marx

En paralelo el Colectivo de Derechos Humanos  Nicaragua Nunca Más, expresó mediante un comunicado que sigue exigiendo  justicia para las víctimas del Carlos Marx y a la vez  recordando los grandes crimines de lesa humanidad perpetrado en junio y julio de 2018 durante la operación limpieza por la dictadura de los Ortega- Murillo.

“En la  operación limpieza se dieron ataques combinados de cuerpos para-estales y grupos policiales quienes privaron de la vida a más de doscientos veinte personas, aniquiladas   a muchas de ellas, con armas exclusiva del ejército de Nicaragua y  que permanecen  en la impunidad”.

Como Colectivo de Derechos no podemos olvidar los graves hechos que se dieron en el contexto de las protestas cívicas que demandaron la salida del poder del régimen sandinista. El ocho de junio el ataque a Carazo, Jinotepe, Dolores, Diriamba y los ataques a Masaya, se lee en la comunicación del Colectivo.

Grupos opositores en el exilio sostienen que el régimen quiere borrar sus crimines de lesa humanidad contra el pueblo de Nicaragua y  no puede lograr porque están presente en la ciudadanía y documentados por expertos de derechos humanos de Naciones Unidas, que responsabilizó directamente a Daniel Ortega y Rosario Murillo de haberlo ejecutados.