El Ministerio de Salud de Nicaragua, en su último boletín epidemiológico correspondiente a la semana número 15, divulgado el pasado 22 de abril en medios de propaganda del régimen, informó de un acumulado de 46,525 casos sospechosos de dengue y 1,958 confirmados, lo que representa un incremento del 61% en comparación con el año 2023.

Desde la última semana de abril de 2024, el Minsa no ha publicado boletines epidemiológicos semanales actualizados sobre el dengue y otras enfermedades vectoriales, mientras los medios de propaganda están dedicados a divulgar jornadas y campañas de fumigación.

Varios pobladores nicaragüenses, consultados por Darío Medios Internacional vía telefónica, señalaron que las actividades promovidas por el Minsa, como la abatización, fumigación en las calles y medidas de prevención en los medios locales, no resuelven la gravedad del aumento de dengue en el país. “Lo que queremos es que el Minsa realice fumigaciones casa a casa, porque solo envía un vehículo a desinfectar las calles y el mosquito no solamente está ahí”, sostuvieron tres nicaragüenses bajo anonimato. El Ministerio de Salud admitió que los municipios de Managua, León, Puerto Cabezas y Rivas son los territorios del país con mayor incidencia de dengue.

Nicaragua con la tasa más alta de dengue en 2023, según la OPS

Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó que el Minsa reportó en 2023 un acumulado de 181,096 casos sospechosos de dengue y 10,136 casos confirmados, con un aumento del 85% en los casos. De acuerdo con la estadística de la OPS, en 2023, Nicaragua tuvo la tasa más alta de infecciones por dengue en Latinoamérica, registrando 2,070 casos por cada 100,000 habitantes.

Un activista de la Unidad Médica Nicaragüense en el exilio, que pidió omitir su identidad por la seguridad de su familia, afirmó que el Ministerio de Salud está ocultando la grave situación de dengue en el país. Agregó que desde 2018 el régimen Ortega Murillo ha mantenido una política hermética en diferentes instituciones estatales, escondiendo o maquillando los datos, como ocurrió con los contagios de la Covid-19 en los momentos más críticos de la pandemia.

“El dengue actualmente mantiene abarrotados los puestos de salud y hospitales públicos de Nicaragua debido al repunte de esta enfermedad”, destacó.

Nicaragua debe involucrar e informar permanentemente a la población sobre las enfermedades vectoriales

El epidemiólogo Leonel Argüello, en un reciente escrito, afirmó que ningún gobierno puede enfrentar solo la proliferación de enfermedades transmitidas por mosquitos, por lo que debe involucrar a la ciudadanía. “Cuando se tiene un programa de control, se realiza seguimiento y evaluación, lo cual consiste en recolectar datos de la enfermedad en tiempo, lugar y persona con datos desagregados de edad y sexo, así como información del vector transmisor y su comportamiento. Todo lo anterior se analiza, comparando las intervenciones que se realizan, educación, visitas a casas, oficinas, negocios, entre otros, identificación y eliminación de criaderos, utilización de insecticidas y de larvicidas, tratando de identificar qué funciona y qué no, respondiendo a las interrogantes, entre ellas la más importante: ¿por qué no se ha alcanzado el control? para luego emitir recomendaciones”, explicó Argüello.

Añadió que posteriormente se diseña un plan de acción que permita implementar y monitorear la aplicación de las mismas. “Este es un proceso continuo, donde se acumulan lecciones aprendidas, se recopilan buenas prácticas y se rinde cuentas de forma transparente a la población sobre los resultados alcanzados”, puntualizó.

Argüello recordó que esta es una enfermedad producto del comportamiento humano y que se debe profundizar sobre qué se está haciendo o dejando de hacer que favorece la enfermedad, y qué más debería hacerse. “Esta pregunta la debemos formular a nivel de gobierno, comunidades, familias e individuos. En realidad, somos parte del problema. ¿Qué debemos hacer para cambiar la realidad y gozar de una mejor salud y bienestar? Vale destacar aquella máxima que dice que si hacemos siempre lo mismo, obtendremos iguales resultados”.

Indicó que en Nicaragua la población continúa botando basura y no hay conciencia de que ese pequeño acto puede generar una serie de enfermedades que causarán sufrimiento y muerte. “No botar la basura en su lugar es contribuir a que la enfermedad nos afecte innecesariamente. Además, en el caso del dengue, si ya lo padeciste una vez y te vuelve a dar, tus posibilidades de complicarte y fallecer son mayores. Está en nuestras manos la posibilidad de cambiar nuestro destino”, enfatizó.

Argüello concluyó que el dengue no debería ser una enfermedad letal ni una epidemia como la que Nicaragua atraviesa actualmente, aunque el dengue se ha normalizado y nadie está haciendo suficientes esfuerzos para erradicarlo. El aumento de casos de dengue evidencia el “fracaso” del Ministerio de Salud (Minsa) en la prevención y control de la epidemia del dengue, lo que ubica al país con la mayor tasa de incidencia en América, sostienen epidemiólogos.