Las autoridades guatemaltecas informaron a través del Ministerio de Gobernación (Mingob) sobre un nuevo método que utilizan las maras para extorsionar y desalojar a personas de viviendas pertenecientes a guatemaltecos.

Según revelaron las autoridades, las maras emplean a “mujeres atractivas” como fachada. Estas mujeres desempeñan un papel crucial al alquilar viviendas, las cuales estudian y analizan según la zona en la que se encuentran. Son ellas quienes negocian con los propietarios de los inmuebles en alquiler, utilizando nombres de supuestos familiares o conocidos que supuestamente vivirán en el lugar.

La investigación reveló que estas mujeres cumplen con los contratos de pago y uso de arrendamiento durante un período determinado para no levantar sospechas. Sin embargo, dado que en la mayoría de los casos estos arrendamientos son verbales y carecen de un documento legal, después de un tiempo dejan de realizar los pagos de alquiler. Es entonces cuando las pandillas amenazan a los propietarios de los inmuebles.

Comienza la extorsión. Bajo amenazas de muerte a miembros de sus familias (esposas, hijos y padres), las maras se apropian e invaden las casas, obligando a los propietarios a abandonarlas por temor, según detallan las autoridades.

Según Juan Francisco Cisneros, asesor del Ministerio de Gobernación, y Froy Cuxún, subcomisario de la División Nacional contra el Desarrollo Criminal de las Pandillas (Dipanda) de la Policía Nacional Civil (PNC), citados por el Diario de Centro América, estas mujeres y pandillas buscan casas en zonas populares o vulnerables, sin presencia de seguridad y fáciles de controlar.

Las fuentes del Mingob detallaron que las zonas más buscadas por las maras para “alquilar” y luego adueñarse de las propiedades son las zonas 6, 18 y 24 de la ciudad, así como los municipios de San Pedro Ayampuc, Mixco, Chinautla y Villa Nueva.

Respecto al uso que dan a las casas que se apropian, las autoridades informaron que es variado, pero entre los más comunes está su uso como viviendas para las pandillas o como centros de operaciones.

Para evitar que los guatemaltecos pierdan sus viviendas y estas queden bajo el control de las maras, las autoridades han recomendado a los propietarios realizar contratos de arrendamiento con abogados y que sean legales. Asimismo, se insta a reportar actividades sospechosas por parte de sus inquilinos.

En enero de 2024, en Guatemala se registraron 186 homicidios por arma de fuego; en febrero fueron 110 y en marzo 171. En otros años, en la misma temporada, los casos alcanzaron los 358 homicidios.