El pintor Kevin Laguna Guevara, conocido en el ambiente artístico nicaragüense como “Vink”, dibujaba una ballena con desechos plásticos en su interior el 23 de noviembre de 2018, en una pared del cementerio municipal de Estelí. Esta obra tenía como objetivo concienciar a la población nicaragüense sobre la importancia de mantener limpias las playas y proteger la vida de los animales.

En el lugar se presentaron policías al servicio del gobierno y detuvieron ilegalmente al artista, mientras organismos de la sociedad civil presionaron al régimen para que lo liberara. Finalmente, el régimen dejó en libertad a los muralistas sin explicar los motivos de su detención.

En 2018, Vink también elaboró un mural en homenaje a los estudiantes y jóvenes caídos durante las protestas ciudadanas de abril, en las que se demandaba la salida del poder de Daniel Ortega y Rosario Murillo, un acto que no fue del agrado del gobierno.

Sin embargo, lo increíble sucede en Nicaragua: la alegría que desató la joven nicaragüense Sheynnis Palacios al convertirse en Miss Universo provocó represión, cárcel, destierros y confiscaciones por parte del régimen.

En esa ocasión, la vicepresidenta y portavoz del régimen, Rosario Murillo, amenazó con cárcel y violencia a quienes celebraran el triunfo de Palacios Cornejo como reina de la belleza mundial.

Pintores llevan más de 195 días en las mazmorras del régimen

Los jóvenes muralistas Kevin Laguna y Oscar Parrilla, contagiados por el entusiasmo del éxito de Palacios Cornejo, comenzaron a pintar un mural en una casa de Estelí dedicado a ella. En ese momento, un grupo de policías del régimen detuvo la obra y se los llevó detenidos.

La detención ilegal de los dos pintores se dio en noviembre de 2023 por ejercer su derecho fundamental a la libre expresión a través de la creación de un mural artístico. Actualmente, llevan más de 195 días como presos políticos sin garantías de un debido proceso, según el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas.

Ambos artistas, reconocidos por su valiosa contribución cultural a la comunidad, fueron apresados de manera injusta y sin fundamentos legales, lo que constituye un grave atentado contra la libertad de expresión y el derecho a la cultura.

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Kevin Laguna Guevara: un artista que sufre cárcel por pintar 2

“Es inaceptable que las autoridades criminalicen la expresión artística pacífica y persigan a quienes ejercen su creatividad en beneficio de la sociedad. La defensa de los derechos humanos y la promoción de la diversidad cultural son fundamentales para la construcción de una sociedad justa y democrática”, expresa un comunicado del Mecanismo de Reconocimiento de Personas Presas Políticas.

Ser artista en la Nicaragua de los Ortega-Murillo es un grave riesgo

Un artista plástico, bajo condición de anonimato, dijo que en la Nicaragua de los Ortega-Murillo ser artista es un grave riesgo. Si el arte no es del agrado del gobierno, puede convertirse en un delito penado con cárcel injusta e ilegal, como en el caso de los dos muralistas estelianos que están encarcelados por atreverse a pintar a Miss Universo Nicaragüense, cuya elección y las expresiones de alegría popular disgustaron al régimen.

La expresión artística, por muy inocente que sea e incluso apartada de la política, si no se ajusta a los cánones del régimen, se ve como una competencia o una amenaza al culto a la personalidad que la pareja dictatorial impone.

“Expresarse artísticamente es un derecho humano fundamental que en Nicaragua no se reconoce. El modelo totalitario que rige el país solo acepta el arte oficial dedicado a exaltar las figuras de Daniel y Rosario, cuyas imágenes en fotos, pinturas y murales proliferan en todo el territorio. No se admite que otra imagen o figura compita con ellos, y los artistas que desean expresarse sufren represión al no reconocérseles ninguna libertad en la peor dictadura de nuestra historia”, manifestó la organización mencionada anteriormente.

Además, la directora de Miss Nicaragua, Karen Celebertti, fue impedida de ingresar a Nicaragua y desterrada a México junto a su hija, mientras su vivienda era allanada por la policía del régimen y su familia secuestrada. Posteriormente, Martín y Bernardo Argüello, esposo e hijo de Celebertti, fueron excarcelados por el régimen y desterrados de Nicaragua.

Lo cierto es que el régimen de los Ortega-Murillo quiere controlar todos los aspectos de la vida de los nicaragüenses, y lo que no controlan, lo persiguen e intentan destruir, aseguraron activistas opositores en el exilio.