El caso del homicidio del nicaragüense Otoniel Orozco a manos del costarricense Eduardo Ramírez a inicios de junio ha trascendido fronteras, al menos en términos de intercambio verbal, luego de que la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, afirmara que el motivo de los disparos fue la xenofobia.

El 5 de junio, Murillo habló sobre este suceso, explicando que la familia de Otoniel Orozco había trabajado duro para alcanzar su estatus en Costa Rica “y vivir en una casa donde se sentían tranquilos, a pesar de las agresiones que sufrían por xenofobia”, agregó.

Defensa niega afirmaciones de Murillo

En respuesta a estas declaraciones, el abogado defensor del presunto asesino costarricense, Andrés Durán, negó que las motivaciones fueran xenofóbicas, argumentando que se trataba de disputas previas, las cuales ya estaban denunciadas en los tribunales competentes.

De igual manera, Durán remarcó que Rosario Murillo es la vicepresidenta de un país dictatorial como Nicaragua, donde no hay elecciones libres y el máximo tribunal electoral está dominado por la familia Ortega-Murillo.

“¿Cómo se atreve a decir y a pedirle a las autoridades de un país republicano como Costa Rica que opinen y pidan justicia cuando ese régimen ha encarcelado a miles de ciudadanos de la república de Nicaragua?”, increpó Durán en una entrevista al medio costarricense Repretel.

“Creo que presentar este tipo de denuncias ahora aumentaría o prolongaría el conflicto y además podría ser una estrategia para evitar que don Eduardo declare en el juicio. Pero el fondo aquí es que don Eduardo rechaza esas circunstancias”, aseguró el abogado costarricense. De igual forma, manifestó: “Aprovecho para expresar el más sentido pésame en nombre de la familia Ramírez”, refirió el abogado defensor del presunto homicida.

Acusado sigue en prisión

Por lo pronto, el Poder Judicial costarricense ha informado que el sospechoso está bajo prisión preventiva como “sospechoso de cometer el delito de homicidio calificado”. Mientras tanto, la familia de la víctima espera que el Ministerio Público de Costa Rica presente una demanda formal que tipifique el homicidio como calificado, aunque no descartan que pueda ser considerado un homicidio motivado por razones de odio.

El Centro de Información Jurídica de la Universidad de Costa Rica refiere que el homicidio calificado es cuando una persona causa la muerte de otra bajo circunstancias que agravan el delito, como actuar con alevosía, ensañamiento o con motivaciones específicas como el odio racial o étnico, resultando en penas más severas.

Por su parte, el abogado de la familia Orozco, Juan Francisco Ayala, explicó a medios costarricenses que “un crimen de odio se comete cuando la motivación principal del delito es la pertenencia de la víctima a un grupo vulnerable, ya sea por su raza, etnia, religión, nacionalidad, orientación sexual, entre otros, y este motivo debe ser comprobado mediante evidencia en el juicio”.