En un movimiento estratégico que promete alterar el equilibrio de las relaciones internacionales en América Latina, Nicaragua ha iniciado los trámites para unirse al bloque BRICS. Laureano Ortega Murillo, asesor presidencial para Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional, confirmó este paso durante una entrevista con RT en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo. La decisión subraya un intento audaz del país centroamericano de alinearse con una coalición de economías emergentes, en un contexto marcado por severas sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea.
Ortega Murillo declaró que Nicaragua ya ha presentado su solicitud a la Federación de Rusia, que actualmente ostenta la presidencia ‘pro tempore’ de los BRICS. “Estamos seguros de que vamos a lograrlo y que vamos a poder ser parte de esa gran familia que está trabajando por un mundo más justo, un mundo mejor”, afirmó. Según el asesor presidencial, esperan que el ingreso se concrete en el corto o mediano plazo, conforme se vayan cumpliendo los procedimientos requeridos.
El BRICS, conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, fue diseñado para reunir a los países en desarrollo más importantes del mundo, con el fin de desafiar el poder político y económico de las naciones más ricas de América del Norte y Europa Occidental. La adhesión de Nicaragua al grupo representaría un significativo giro hacia la cooperación Sur-Sur, en medio de un panorama global cada vez más polarizado.
Un retorno a la retórica de la Guerra Fría
Durante su entrevista, Ortega Murillo condenó las sanciones impuestas por Estados Unidos y Europa contra Nicaragua y Rusia, calificándolas de “ilegales” y comparándolas con “medallas” que certifican su resistencia y determinación. “Cada vez que nos sancionan vemos que estamos haciendo algo bien”, declaró, describiendo las sanciones como “patadas de ahogado” de un sistema en declive.
Las sanciones recientes incluyen medidas contra el centro de formación del Ministerio del Interior ruso en Managua y restricciones de visa a más de 250 personas, entre ellas decenas de miembros del gobierno nicaragüense y sus familiares. Estados Unidos y la Unión Europea han justificado estas sanciones citando violaciones de derechos humanos, corrupción y represión política por parte del régimen de Ortega.
Ortega Murillo desestimó estas acciones como desesperadas e ineficaces, argumentando que han servido para fortalecer los nuevos bloques emergentes, como los BRICS y la Unión Económica Euroasiática. Además, destacó que Nicaragua está promoviendo créditos y financiamientos con Rusia y China en yuanes y rublos, en un intento de reducir la dependencia del dólar estadounidense.
La “estrategia” de cooperación internacional
La solicitud de adhesión a los BRICS se inscribe en una estrategia más amplia de Nicaragua para diversificar sus alianzas internacionales. Ortega Murillo enfatizó la importancia de trabajar por la unión de Latinoamérica y desarrollar sus pueblos bajo condiciones propias, sin imposiciones externas. En este sentido, destacó la cooperación con Rusia en el sector salud, mencionando la planta Mechnikov en Managua como un ejemplo de los resultados positivos de esta colaboración.
La planta Mechnikov, un centro de producción de vacunas, ha sido un pilar en la cooperación sanitaria entre ambos países, con la producción de vacunas contra la influenza y el desarrollo de nuevas vacunas contra el papiloma humano y el dengue. Además, se están realizando transferencias de tecnología para la producción local de insulina y la construcción de un Centro de Medicina Nuclear para tratar el cáncer en Nicaragua.
Laureano Ortega también abordó el tema de la hegemonía del dólar, sugiriendo que su fin está cerca debido al avance de las nuevas economías emergentes. Este punto de vista resuena con la narrativa de los BRICS, que busca un mundo multipolar con menor dependencia de las estructuras financieras dominadas por Occidente.
En el contexto de la guerra en Ucrania, Ortega Murillo expresó apoyo a la medida de paz impulsada por Brasil y México, pero culpó a Estados Unidos y sus aliados europeos de perpetuar el conflicto. Reafirmó la solidaridad de Nicaragua con Rusia, destacando la importancia de la cooperación internacional y la resistencia conjunta contra las sanciones occidentales.
La solicitud de Nicaragua para unirse a los BRICS marca un hito en la política exterior del país, reflejando un cambio estratégico hacia la colaboración con economías emergentes. A pesar de las severas sanciones internacionales, el régimen de Ortega busca redefinir su posición en el escenario global mediante alianzas con Rusia, China y otros miembros de los BRICS. La evolución de esta solicitud y sus implicaciones geopolíticas serán cruciales para el futuro de Nicaragua y su papel en la economía mundial de ahora.