Washington avanza en el Caribe y deja a Maduro sin margen de escape

La decisión del gobierno dominicano refuerza el despliegue militar estadounidense en el Caribe y eleva la presión sobre Nicolás Maduro, ya aislado tras la reciente clasificación del Cártel de los Soles como grupo terrorista internacional.

MUNDOPOLÍTICA

DaríoMedios Internacional

11/27/20253 min read

República Dominicana se suma al cerco contra Maduro

La presión internacional contra el régimen de Nicolás Maduro entró en una nueva fase este miércoles, cuando el gobierno de República Dominicana autorizó a Estados Unidos el uso de una base aérea y del Aeropuerto Internacional de las Américas (AILA) para operaciones en el Caribe. Esta decisión, anunciada junto al secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, marca un cambio estratégico en la región: Washington ahora tiene apoyo logístico directo a pocos minutos de Venezuela.

Durante una declaración conjunta en Santo Domingo, el presidente Luis Abinader aseguró que la autorización forma parte de un refuerzo a las operaciones antinarcóticos. Sin embargo, el anuncio ocurre apenas días después de que EE. UU. catalogara oficialmente al Cártel de los Soles como organización terrorista extranjera (FTO), una designación que golpea directamente a altos mandos militares venezolanos y a la cúpula que respalda a Maduro.

La combinación de ambos hechos designación terrorista y apoyo logístico caribeño elevó las alarmas en Caracas y en toda la región.

Washington consolida su presencia militar en el Caribe

El despliegue estadounidense en la zona no es simbólico: incluye aeronaves de vigilancia, equipos tácticos y capacidad de respuesta inmediata desde territorio dominicano. Esta expansión ocurre en paralelo a la presencia naval en el Caribe, que se intensificó tras revelarse investigaciones que vinculan a figuras del régimen venezolano con redes de narcotráfico transnacional.

Con bases y aeropuertos dominicanos ahora abiertos a operaciones estadounidenses, las distancias se reducen, los tiempos de respuesta se acortan y la vigilancia se amplía, lo que coloca a Maduro en un escenario de presión simultánea por mar y aire.

Washington sostiene que sus acciones se enmarcan en la lucha contra el narcotráfico y la protección de la seguridad hemisférica. Pero analistas regionales aseguran que la estrategia también busca aislar al régimen venezolano y acelerar un cambio político, especialmente después de que la ONU, la OEA y organismos internacionales acumulan años de denuncias sobre violaciones de derechos humanos en Venezuela.

Caracas responde y denuncia un “pretexto para agredir”

El gobierno venezolano reaccionó de manera inmediata, calificando la autorización dominicana como una “provocación” y un “pretexto fabricado por Washington para justificar acciones hostiles contra Venezuela”.

La cancillería venezolana aseguró que Estados Unidos intenta construir un “cerco militar” para desestabilizar al país y manipular la opinión pública internacional. Sin embargo, la narrativa se ve debilitada por la reciente designación terrorista, que señala directamente a la cúpula chavista por participar en redes ilícitas, incluidas actividades vinculadas al narcotráfico.

A pesar de los intentos del régimen por proyectar normalidad, fuentes diplomáticas señalan que en Miraflores el ambiente es de inquietud y tensión, especialmente tras las declaraciones de Donald Trump, quien afirmó que Maduro tendrá que “salir por las buenas o por las malas”.

El Caribe se reconfigura: un nuevo escenario para Venezuela

La decisión de República Dominicana representa un cambio histórico en la geopolítica regional. El país caribeño, tradicionalmente prudente frente a conflictos hemisféricos, ahora se alinea de manera explícita con Washington en un momento en que la presión contra Maduro es más intensa que nunca.

Para expertos en seguridad, este movimiento funciona como un mensaje claro: Estados Unidos no actuará solo, y los países aliados del Caribe están dispuestos a facilitar infraestructuras clave.

Con el apoyo militar dominicano, Estados Unidos consolida un corredor estratégico que abarca el Golfo de México, el Caribe y bases en Centroamérica, dejando al régimen venezolano en un escenario cada vez más reducido y expuesto.