Vigilado, amenazado y sin defensa; así fue asesinado del mayor en retiro Roberto Samcam

Vigilado, amenazado y sin defensa. Así fue asesinado a plena luz del día el mayor en retiro Roberto Samcam Ruiz, en un crimen que no solo conmociona al exilio nicaragüense, sino que también expone la fragilidad de la seguridad costarricense frente a las operaciones de inteligencia del régimen Ortega-Murillo.

ESCENARIO NACIONALNACIÓN

Darío Medios

9/25/20252 min read

Vigilado, amenazado y sin defensa. Así fue asesinado a plena luz del día el mayor en retiro Roberto Samcam Ruiz, en un crimen que no solo conmociona al exilio nicaragüense, sino que también expone la fragilidad de la seguridad costarricense frente a las operaciones de inteligencia del régimen Ortega-Murillo.

El 19 de junio de este año, a escasas cuadras de su vivienda en Tibás, Samcam fue emboscado cuando regresaba de una reunión con exiliados nicaragüenses en Casa España, La Sabana. A las 7:44 de la mañana, un Renault Duster blanco se estacionó frente a su casa. De él descendió Luis Fernando Carvajal Fernández, quien disparó ocho veces. Samcam murió en el acto.

Los asesinos huyeron en distintos vehículos previamente preparados para la operación. Una motocicleta regresó a la gasolinera donde un día antes habían ultimado la logística, mientras que un Hyundai celeste, conducido por Luis Ricardo Orozco González, se encargó de recoger a los implicados.

Una ejecución planificada a detalle

Una filtración del expediente del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), con más de 400 páginas, revela que el asesinato fue planeado con precisión militar: múltiples autos en seguimiento, vigilancia en tiempo real, reuniones presenciales y rondas constantes frente a la vivienda de la víctima.

El informe perfila a Danilo José Chávez Medina, alias “Dani”, como el coordinador de la operación. Peluquero y mecánico de León XI, Chávez habría liderado la planificación y el traslado de los sicarios. Junto a él participaron Brian Steven Robles Salas, conductor de la motocicleta, y Carvajal Fernández, autor de los disparos.

Un día antes del asesinato, los implicados se reunieron en una gasolinera cercana a la casa de Samcam. Ahí, según testigos e informantes, revisaron vehículos, trasladaron armas y afinaron los últimos detalles del ataque.

Un “cabo suelto” en la trama

El expediente también menciona como presunto autor intelectual a Pablo Antonio Robles Murillo, un exmilitar nicaragüense nacionalizado en Costa Rica, con entrenamiento en inteligencia en Cuba y Rusia. Sin embargo, su participación no está vinculada directamente a los asesinos materiales.

Robles Murillo, que según registros migratorios se desplaza libremente entre Panamá, Costa Rica y Nicaragua, aparece como una figura clave que hasta ahora las autoridades mantienen como un “cabo suelto” en la investigación.

Advertencias ignoradas

El crimen confirma las denuncias que Samcam venía haciendo desde hace años: la presencia de células sandinistas operando en Costa Rica. Organizaciones de derechos humanos, periodistas y exiliados habían advertido que opositores visibles como él eran blanco de inteligencia nicaragüense.

Sin embargo, ni la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIIS) ni el gobierno de Rodrigo Chaves han reconocido oficialmente la existencia de estas estructuras, ni antes ni después del asesinato.

La ejecución de Roberto Samcam no fue un hecho fortuito. Fue anunciado, denunciado y deliberadamente ignorado, dejando en evidencia la falta de protección a exiliados nicaragüenses en Costa Rica y la impunidad con la que operan grupos criminales vinculados al régimen de Ortega y Murillo.