Un video que circula en redes sociales expone un momento de alto riesgo vivido por un sacerdote católico en Nicaragua durante la brutal represión estatal de 2018. En las imágenes, se observa a un paramilitar interrogando de forma agresiva y amenazante a un sacerdote dentro de una iglesia, en medio del contexto en que templos católicos brindaban refugio a estudiantes y manifestantes heridos.

El video, grabado durante los días más oscuros del levantamiento cívico de abril de 2018, muestra a un hombre armado que se identifica como miembro de una supuesta “brigada de paz”, acusando al sacerdote de encubrir a jóvenes armados y permitir disparos desde el interior del templo contra fuerzas progubernamentales.

“Hubo un disparo desde dentro de la iglesia hiriendo a los hermanos de la brigada de la paz”, increpa el agresor en tono exaltado. “Usted como sacerdote, ¿se siente bien con Dios de estar mintiendo? ¡Hubo un disparo, hay 12 heridos y dos asesinados desde esta iglesia!”, acusa el paramilitar sin ofrecer pruebas.

El sacerdote, cuya identidad no ha sido revelada, responde con serenidad: “Eran seis que estaban aquí… estudiantes de medicina. La iglesia estaba cerrada. Yo no los conocía, vinieron de todas partes.”

Lejos de calmarse, el interrogador escala su ataque verbal con insultos y amenazas. “Esta es la casa de Dios, hijueputa, no es tu casa ni de ningún hijueputa. Esta mierda se hizo con los reales del pueblo pobre”, grita el agresor, identificado en redes sociales como Edwin Mendoza, simpatizante del partido sandinista. “Sos un cerdo, que nunca se te olvide mis palabras, hijueputa”, continuó el paramilitar, uno de los responsables de asesinar a 355 nicaragüenses durante la represión de 2018.

Pese a la violencia del momento, el sacerdote sostiene con firmeza su compromiso con la paz: “En todo momento la Iglesia lo que tiene que hacer es salvar vidas, sea de quien sea. Mi homilía siempre fue: dejemos el odio, busquemos la reconciliación, cada quien tiene su opinión, respetemos”, expresó el cura.

Iglesia católica perseguida en Nicaragua

Este episodio forma parte de una serie de ataques y amenazas sufridas por la Iglesia católica durante la rebelión de abril de 2018, cuando sacerdotes y religiosos se convirtieron en objetivo del régimen por asistir humanitariamente a la población.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha documentado el uso sistemático de grupos parapoliciales para reprimir la protesta y castigar a quienes daban refugio a los heridos.

Desde entonces, la persecución contra la Iglesia se ha intensificado. Más de 80 religiosos —entre ellos obispos, sacerdotes y seminaristas— han sido forzados al exilio o desterrados. El caso más emblemático es el del obispo Rolando Álvarez, condenado a 26 años de cárcel por negarse al exilio y finalmente expulsado del país junto a otros sacerdotes en 2023 y 2024. Muchos de ellos se encuentran ahora en Roma o Estados Unidos, privados de su nacionalidad y derechos civiles.

El video sigue circulando como prueba del papel crucial que jugó la Iglesia en la protección de civiles desarmados, y de la violencia sistemática que enfrentaron sus líderes a manos de simpatizantes del régimen de Daniel Ortega.