Trump sepulta la diplomacia con Maduro y eleva la tensión hacia un conflicto armado
La diplomacia entre Estados Unidos y Venezuela ha colapsado por completo, disipando cualquier posibilidad de una salida pacífica para el régimen de Nicolás Maduro. Según reveló el diario The New York Times, el expresidente Donald Trump ordenó suspender todos los contactos diplomáticos con Caracas, incluidos los canales secretos de negociación encabezados por el enviado especial Richard Grenell.
MUNDOPOLÍTICA
Darío Medios
10/8/20253 min read


La diplomacia entre Estados Unidos y Venezuela ha colapsado por completo, disipando cualquier posibilidad de una salida pacífica para el régimen de Nicolás Maduro. Según reveló el diario The New York Times, el expresidente Donald Trump ordenó suspender todos los contactos diplomáticos con Caracas, incluidos los canales secretos de negociación encabezados por el enviado especial Richard Grenell.
La decisión, adoptada durante una reunión con altos mandos militares, fue calificada como una “orden ejecutiva tajante”. “Deben cesar los acercamientos con Maduro, pues la vía diplomática está muerta”, habría instruido Trump, cerrando de manera definitiva la puerta a un diálogo político que buscaba evitar una intervención militar.
Conversaciones secretas y ruptura interna
De acuerdo con The New York Times, el equipo de Grenell llevaba meses intentando una solución negociada que incluyera incentivos para empresas estadounidenses en el sector petrolero venezolano, a cambio de una transición controlada del poder.
Sin embargo, los sectores más duros dentro de la administración Trump, liderados por el entonces secretario de Estado Marco Rubio, bloquearon cualquier intento de acuerdo al considerar que Nicolás Maduro “no era confiable” y que “las negociaciones solo fortalecían su permanencia en el poder”.
Rubio fue contundente: calificó a Maduro como “un fugitivo de la justicia estadounidense” y “líder de un narcoestado”. El Departamento de Estado incluso ofreció 50 millones de dólares por su captura, una cifra sin precedentes para un jefe de Estado en funciones.
Washington adopta la vía militar
Con la diplomacia enterrada, Trump advirtió que estaba dispuesto a usar “todos los elementos del poder estadounidense” para frenar el narcotráfico proveniente de Venezuela, incluyendo el uso de la fuerza militar.
Fuentes del Pentágono confirmaron que las fuerzas estadounidenses ya operan agresivamente en aguas internacionales cercanas a Venezuela, en lo que se describe como una “campaña directa” contra rutas de narcotráfico presuntamente vinculadas al régimen chavista.
El último operativo confirmado dejó cuatro muertos, intensificando la tensión en el Caribe. El Departamento de Defensa reconoció que se encuentra involucrado en un conflicto armado contra “organizaciones terroristas”, una referencia directa a los cárteles de droga que —según Washington— operan bajo la protección de Maduro.
Con la suspensión de las negociaciones, Nicolás Maduro pierde su último hilo de legitimidad internacional ante Washington. Intentos previos de acercamiento, como una carta personal enviada por el mandatario venezolano a Trump negando vínculos con el narcotráfico, fueron ignorados. Sin aliados sólidos, con una economía colapsada, sanciones internacionales asfixiantes y una oposición debilitada, el régimen chavista enfrenta el escenario más hostil en dos décadas.
“Cambio de régimen o nada”
“La única salida es que Nicolás Maduro se vaya voluntariamente o no”, sentenció Marco Rubio, dejando clara la posición de Washington. El discurso refleja la nueva doctrina estadounidense: cambio de régimen mediante presión total.
Expertos advierten que una intervención militar directa para derrocar a Maduro podría desatar un efecto dominó en la región, tambaleando regímenes autoritarios aliados, como el de Nicaragua.
Fuentes cercanas al Departamento de Estado confirmaron que la paciencia de Estados Unidos “se agotó” y que cualquier paso en falso del régimen podría ser utilizado como justificación para una acción armada bajo el argumento de “combate al narcotráfico y al terrorismo”.
Un régimen contra la pared
Aislado, sancionado y sin márgenes de negociación, Nicolás Maduro enfrenta su peor crisis desde 2019. Con la diplomacia sepultada y la maquinaria militar estadounidense desplegándose en el Caribe, el horizonte para Venezuela se oscurece: la confrontación ya no es una hipótesis, sino una amenaza inminente.
