Tomás Borge Martínez y su funesto legado contra los nicaragüenses

A través de este reportaje de Darío Medios Internacional, conozca la vida de Tomás Borge Martínez, uno de los fundadores del Frente Sandinista, acusado de cometer crímenes de lesa humanidad contra los nicaragüenses en la década de 1980.

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Darío Medios 6

3/31/20253 min read

Tomás Borge Martínez, fue uno de los fundadores del Frente Sandinistas de Liberación Nacional (FSLN), una organización política y terrorista que sembraría dolor y muerte en Nicaragua.

Borge Martínez nació en una zona rural del departamento de Matagalpa (norte de Nicaragua) en el año 1930 y apenas alcanzó los 25 años de edad, se declaró comunista. Su vida en Nicaragua fue marcada por la violencia.

En julio de 1961 Borge se convirtió de los estudiantes nicaragüenses que fundaron el oprobioso FSLN, un partido comunista que años más tarde se dedicaría a sembrar tanto dolor y muerte que hasta el día de hoy sigue siendo un dolor para los nicaragüenses.

Recorrió países de Centroamérica, Cuba y Líbano, regresó a Nicaragua a mediados de la década de 1970 y continuó su participación con la guerrilla, hasta el triunfo sandinista

Un político vanidoso

Tomás Borge Martínez era vanidoso y egocéntrico, sus amigos lo sabían. Un hombre de escasa estatura que tenía el ímpetu de destacar y se encargó de sembrar magníficas historias sobre él, historias que lo llenaban de valor y lo revistieron de grandeza frente a otros ojos.

Una de esas historias es que fue torturado y su torturador lo admiraba, que después perdonó a su torturador, y otras grandes historias que gozaba repetir en entrevistas para medios tradicionales.

Había otras historias de las que hablaba menos. Su paso como ministro del Ministerio de Interior de los años de 1980 es funesto y negativamente recordado por los nicaragüenses que vivieron la guerra de 1980, durante la primera dictadura de Daniel Ortega Saavedra, actual codictador del país.

Los crímenes de Tomás

Tomas Borge ocupó durante su larga carrera política los cargos de ministro del Interior, diputado y vicesecretario del FSLN, además de representar a Nicaragua en diversas instancias diplomáticas.

Fue repudiado por distintos grupos de la sociedad nicaragüense, por ser un hombre de acciones que parecían contradictorias, como la resistencia que opuso a la tortura del régimen de Anastasio Somoza García y el servicio que brindó a Daniel Ortega, otro dictador.

Su trabajo en el primer ministerio le ganó una reputación de hombre duro. Fue acusado de participar en una masacre de 37 presos políticos en junio de 1980, algo que siempre negó. Dejó el cargo en 1990, luego del triunfo de la presidenta Violeta Chamorro, de quien fue un activo opositor.

Durante la década de 1990 fue diputado en el Parlamento Centroamericano y vicesecretario general del FSLN. Fue también el último líder histórico del sandinismo que se mantuvo activo en la cúpula del partido, además del presidente Daniel Ortega.

Acusado por crímenes de lesa humanidad

En 2006 fue acusado, junto al dictador Daniel Ortega y otros líderes del Frente Sandinista, de genocidio y crímenes contra la humanidad ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por delitos cometidos en 1980 en contra de comunidades indígenas asentadas en la región nicaragüense del Caribe.

Borge se convirtió figura con diferentes prismas: era aficionado a la poesía y la escritura, pero también le reconocen como perpetrador de horribles crímenes que siempre negó. Al final un asesino ganador del premio literario La Casa de las Américas.

Durante su tiempo como Ministerio del Interior, se le acusó de ordenar y encubrir torturas, desapariciones y asesinatos de opositores al régimen sandinista.

Organizaciones de derechos humanos documentaron numerosos casos de abusos cometidos bajo su mando. Además, se le criticó por su papel en la censura de la prensa y la persecución de disidentes políticos.

Un problema menos para Rosario Murillo

Tomás Borge murió a los 81 años en un hospital militar de Managua, después de varias semanas internado por una afección pulmonar.

Decía con frecuencia ser leal a sus principios, a sus compañeros, a mis amigos, pero también a la bandera rojinegra.

hay quienes dudan que hubiera sido leal a sus compañeros, a los que murieron por la intransigencia de Rosario Murillo, como el militar retirado Hugo Torrez, el jefe del ejército Humberto Ortega.

Lo que sí sabemos es que su muerte fue conveniente para Rosario Murillo, quien le temía por su ímpetu y su peso político.

Murillo pronto supo apartar a Borge del círculo de poder, así como lo hizo con Lenin Cerna y otros comandantes relegados.

Al momento de su muerte, servía como embajador de la República de Nicaragua en Perú. Antes de su muerte había dicho que había FSLN por siempre y sostenía que se debía mantener el poder a cualquier costo.