“Se perdió el encantamiento de la Revolución Sandinista”: voces históricas llaman a la unidad contra la dictadura de Ortega y Murillo
A 46 años del triunfo de la Revolución Sandinista que derrocó a la dictadura de Somoza en 1979, reconocidas figuras históricas de aquel proceso revolucionario, el escritor Sergio Ramírez, la poeta Gioconda Belli y la excomandante guerrillera Mónica Baltodano, alzan hoy sus voces desde el exilio para denunciar que Nicaragua vive bajo una nueva dictadura.
ESCENARIO NACIONALNACIÓN
Darío Medios
7/19/20253 min read


A 46 años del triunfo de la Revolución Sandinista que derrocó a la dictadura de Somoza en 1979, reconocidas figuras históricas de aquel proceso revolucionario, el escritor Sergio Ramírez, la poeta Gioconda Belli y la excomandante guerrillera Mónica Baltodano, alzan hoy sus voces desde el exilio para denunciar que Nicaragua vive bajo una nueva dictadura.
En sus palabras resuena una profunda tristeza por la traición a los ideales que motivaron aquella gesta popular y, al mismo tiempo, una firme convicción de que la unidad del pueblo nicaragüense es fundamental para recuperar la democracia en Nicaragua.
“Lo que alguna vez fue una causa justa, libertaria, ha sido convertida en una farsa trágica. La Revolución Sandinista ya no existe. Lo que hay ahora es una dictadura familiar que ha secuestrado su nombre, su simbología y su historia para mantenerse en el poder”, advirtió Sergio Ramírez, vicepresidente de Nicaragua en los años 80, en un reciente foro conmemorativo desde el exilio.
En una reciente entrevista al medio Realidades, Ramírez reconoció el papel que jugó durante la revolución y acepta las responsabilidades como funcionario público de la época, asegura además que no rehúye a los cuestionamientos de quienes ahora le consultan sobre su participación en aquella junta de gobierno junto a Ortega, pero reconoce que la revolución fue un fracaso.
“No queda nada más que la nostalgia de que la revolución se perdió, fue un fracaso total, en lugar del camino de la democracia se escogió el camino de la tiranía, entonces eso hace que la revolución se vea más frustrada frente a mis ojos y a los que luchamos buscando un cambio en Nicaragua, expresó”.
Conmemorar la revolución actualmente no tiene sentido
Gioconda Belli, destacada escritora y antigua militante sandinista, expresó que “el encantamiento de la revolución se ha perdido”. Para Belli, la celebración del 19 de julio se ha vaciado de sentido: “Lo que conmemoramos no es una victoria popular, sino una usurpación. Daniel Ortega y Rosario Murillo han traicionado la esperanza de un pueblo que luchó y murió por la libertad”.
Belli reconoce que existen personas que actualmente, critican o cuestionan su participación dentro del Frente Sandinista en el pasado, para la escritora esos cuestionamientos no tienen razón de ser ya que ahora es víctima del régimen de Ortega, desde su exilio, confiscación y desnacionalización. “La revolución no salió como queríamos”
La destacada escritora, comparte en una recién entrevista la importancia de la coexistencia entre las y los nicaragüenses, para evitar caer en nuevas dictadura. ”Lo que tenemos que lograr en Nicaragua es aprender a coexistir todos, es una tendencia descalificarnos y luego se impone la violencia y cuando se impone esa tendencia, volvemos a otro dictador”.
La unión del pueblo es clave
Mónica Baltodano, exguerrillera y comandante sandinista, recordó que la victoria contra Somoza fue posible gracias a la unidad de múltiples sectores sociales y políticos. “Hoy enfrentamos otra dictadura, más cínica y cruel porque se disfraza de revolución. Así como el pueblo se unió en 1979, es urgente que hoy nos unamos para derrotar al régimen Ortega-Murillo”, enfatizó.
“He dicho muchas veces que la victoria no fue solo militar. Fue sobre todo una victoria popular, ciudadana, política. Las armas fueron un medio para enfrentar el modo de operar de la dictadura militar, pero el factor decisivo fue la voluntad de todo un pueblo” expresó en un reciente artículo de opinión publicado en Confidencial.
Las tres voces coinciden en que el l, encabezado por Ortega y Murillo, ha destruido los valores fundacionales del sandinismo. Donde antes se hablaba de justicia, ahora reina la represión. Donde se soñaba con participación popular, hay censura y encarcelamiento. Más de 50 presos políticos continúan en las cárceles del régimen, y cientos de periodistas, activistas y exfuncionarios del sandinismo original han tenido que exiliarse.
Desde 2018, Nicaragua vive una profunda crisis sociopolítica marcada por la represión violenta de protestas, el cierre de medios de comunicación, la cancelación de ONG y la persecución religiosa. Frente a este panorama, los exintegrantes de la revolución de 1979 insisten en que es momento de recomponer los lazos ciudadanos, recuperar la memoria y construir una nueva esperanza.
