El sacerdote Frutos Valle cumple nueve meses desaparecido por la dictadura Ortega Murillo

En Nicaragua, ni los ancianos se salvan de la persecución: el padre Frutos Valle lleva nueve meses desaparecido por órdenes de la dictadura Ortega Murillo.

ESCENARIO NACIONALNACIÓN

Darío Medios 6

4/30/20253 min read

El sacerdote Frutos Constantino Valle Salmerón, de 80 años, lleva ya nueve meses en condición de desaparición forzada a manos de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en una muestra más del sistemático asalto del régimen contra la Iglesia Católica en Nicaragua.

Valle Salmerón, designado como administrador ad Omnia de la Diócesis de Estelí, fue arrestado arbitrariamente el 26 de julio de 2024 por agentes policiales que irrumpieron en la Casa Cural como si se tratara de un operativo contra un delincuente común.

No hubo orden judicial, ni explicación alguna, ni información oficial sobre su paradero posterior. Desde entonces, el régimen lo mantiene en silencio absoluto, ignorando cualquier garantía procesal o derecho básico.

Según fuentes eclesiásticas de la Diócesis de Estelí, la detención fue ordenada solo horas después de que la Policía le informara al sacerdote que "no estaba autorizada la ordenación" de tres diáconos prevista para el día siguiente. Esta acción revela la intervención directa del aparato represivo del Estado en asuntos internos de la Iglesia, confirmando que el régimen ha tomado como enemigo a todo el clero independiente.

La investigadora Martha Patricia Molina ha seguido el caso de cerca y denunció que el padre Valle fue trasladado al Seminario Nacional Nuestra Señora de Fátima, en Managua, donde permanece encerrado, aislado, vigilado por agentes policiales y sin acceso a visitas ni a su libertad.

"El sacerdote no tiene autorización de salir del lugar donde lo tienen recluido", denunció Molina, quien responsabilizó a la "Policía criminal" de Nicaragua por su desaparición prolongada. “No ha notificado nada al respecto y continúa cometiendo arbitrariedades en contra de los clérigos”, reclamó.

El régimen de Ortega-Murillo, caracterizado por su intolerancia religiosa y su afán de control absoluto, ha guardado un silencio cómplice sobre la situación del sacerdote. Mientras tanto, la Iglesia Católica en el país está amordazada por las amenazas y las restricciones impuestas desde el poder.

Un ministerio de más de medio siglo

El padre Frutos Valle Salmerón ha dedicado 51 años al servicio pastoral. En enero de 2023 fue nombrado administrador ad Omnia de la Diócesis de Estelí por el Dicasterio para los Obispos del Vaticano, luego del secuestro y exilio forzado de monseñor Rolando Álvarez, otro de los obispos perseguidos por el régimen.

Álvarez, símbolo de la resistencia eclesial, fue desterrado a Roma en enero de 2024 junto con otros prelados y sacerdotes, en una operación de limpieza ideológica contra la estructura de la Iglesia nicaragüense.

Aunque el cargo no le permitía ordenar sacerdotes, Valle asumió la responsabilidad pastoral y administrativa de la Diócesis en un contexto de persecución creciente. Su secuestro dejó nuevamente sin guía espiritual a los fieles católicos de Estelí, mientras el régimen sigue vaciando de autoridad y presencia a la Iglesia en los territorios.

Nunca fue confrontativo, pero igual fue castigado

A pesar de no haber mostrado confrontación abierta con el régimen, el padre Valle fue igualmente perseguido. Participó en actos oficiales, como la inauguración de una unidad policial en Somoto en 2022, intentando mantener puentes con las autoridades. Sin embargo, ni su perfil bajo ni su actitud pastoral lo salvaron de la represión.

En los años 80, ya había sido objeto de ataques por parte del sandinismo, cuando fue acusado sin pruebas de tener una relación con una joven. En su momento lo atribuyó a "habladurías" surgidas de una coyuntura de “desencuentro político y religioso”.

Hoy, esa misma represión ha alcanzado un nuevo nivel: el secuestro prolongado de un sacerdote octogenario, sin causa ni juicio, como parte de la guerra declarada del régimen Ortega-Murillo contra la Iglesia católica, contra la disidencia y contra todo vestigio de dignidad en Nicaragua.

Una vida entregada a la cultura y a la fe

Nacido el 30 de octubre de 1944 en El Sauce, León, el padre Valle ha sido reconocido por su vocación temprana, su formación en Argentina y su trayectoria en diversas parroquias del norte del país. Además de su labor pastoral, ha sido promotor incansable de la cultura popular de Las Segovias, creando agrupaciones como Al Son de Nuestra Cultura Segoviana e integrando la marimba en la liturgia. También impulsó un trabajo arqueológico con más de un centenar de piezas precolombinas que hoy se conservan en el museo de Somoto.