Rosario Murillo odia a las Madres nicaragüenses

Lejos de ser recordada como una madre, Rosario Murillo ha labrado un lugar en la historia de Nicaragua como la enemiga de todas las madres nicaragüenses. Su papel no ha sido el de salvaguardar, sino el de destruir y abandonar a su suerte a aquellos que deberían proteger.

ESCENARIO NACIONALNACIÓN

Darío Medios

5/31/20252 min read

El 30 de mayo de 2022, en un intento por consolidar su imagen y autoridad, Rosario Murillo procuró autoproclamarse "madre de todos”, aquellos fue interpretado como madre de todos los nicaragüenses. Sin embargo, esta pretensión generó un profundo repudio en la población, ya que su trayectoria y acciones distan mucho de un rol protector y maternal.

Lejos de ser recordada como una madre, Rosario Murillo ha labrado un lugar en la historia de Nicaragua como la enemiga de todas las madres nicaragüenses. Su papel no ha sido el de salvaguardar, sino el de destruir y abandonar a su suerte a aquellos que deberían proteger.

Murillo es señalada como una de los principales responsables de la represión brutal contra las protestas antigubernamentales, habiendo dado la orden de desmantelarlas por la fuerza. El 30 de abril de 2018, un día que dejó luto y dolor en innumerables hogares, al menos 16 personas perdieron la vida.

Aquel día, la fuerza letal del régimen sandinista cobró vidas en Managua, Chinandega, Masaya y Estelí, atacando con armas de fuego a los manifestantes y sumiendo en la tragedia a las madres que perdieron a sus hijos en las jornadas de protesta. Mientras esto ocurría, Murillo y Ortega desde una tarima festejaban la ejecución de su plan.

Murillo y el desprecio a sus hijas

La traición de Rosario Murillo no se limita al pueblo nicaragüense. Su búsqueda de poder la llevó a traicionar a su propia hija, Zoilamérica Narváez, defendiendo al dictador Daniel Ortega, acusado del abuso sexual de su hija. Esta decisión no solo es un acto de deslealtad familiar, sino que revela una profunda falta de ética y moral en su ascenso político.

El rostro de pánico en su hija Camila Ortega Murillo, se ha visto muchas veces en las transmisiones de los actos políticos del régimen y más de una vez los regaños han sido públicos. Camila siempre está nerviosa procura resolver de inmediato cualquier necesidad de Murillo. Cercanos a la familia indican que siempre la ha maltratado, una muestra más de que Rosario Murillo está lejos de ser una madre amorosa.

Además, Rosario Murillo ha convertido en presas políticas a mujeres que se oponen a la dictadura sandinista, separándolas de sus hijos. Su revanchismo contra las madres nicaragüenses ha llegado al extremo de desterrarlas, arrebatándoles no solo su libertad sino también su arraigo a la tierra que las vio nacer.

La aberración de autoproclamarse "madre de todos" mientras se ejerce una violencia y represión sin precedentes contra el pueblo, especialmente contra las madres, es una contradicción que la historia de Nicaragua no olvidará. Su legado no será el de una figura protectora, sino el de una de las principales responsables del sufrimiento y la división que hoy laceran a la nación.