Rosario Murillo no perdona a los “Cachorros”

Lo que durante años fue exaltado como símbolo de lealtad y sacrificio juvenil dentro del sandinismo hoy es tratado como una amenaza. La DaríoCrónica expone cómo Rosario Murillo pasó de glorificar a los llamados “cachorros” a perseguirlos y castigarlos.

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DaríoMedios Internacional

12/16/20251 min read

En la jerga sandinista, los “Cachorros” representaron durante décadas a adolescentes y jóvenes que, sin edad suficiente, se incorporaron a las filas del Frente Sandinista para defender una revolución que prometía justicia social y reconocimiento histórico. Muchos de ellos crecieron creyendo que su entrega sería honrada. Con el paso del tiempo, esa promesa se transformó en abandono.

Hoy, los cachorros son vistos por el régimen como una militancia incómoda: hombres con memoria propia, legitimidad histórica y liderazgo natural, cualidades que los volvieron imposibles de subordinar al control absoluto que ejerce Rosario Murillo sobre la estructura partidaria. De símbolo revolucionario pasaron a convertirse en “los apartados”, señalados como una amenaza interna.

El caso de Marvin Vargas Herrera ilustra con crudeza esa ruptura. Excombatiente sandinista y veterano del Servicio Militar Patriótico, Vargas fundó junto a antiguos camaradas la Asociación de Veteranos del SMP, conocida popularmente como los Cachorros de Sandino. No exigían privilegios, sino derechos básicos: atención médica, pensiones dignas y reconocimiento tras haber entregado su juventud al proyecto sandinista.

Esa exigencia marcó el punto de quiebre. En 2011, Vargas fue brutalmente reprimido, procesado y encarcelado. Aunque su primera condena venció en 2016, nunca fue liberado y posteriormente recibió una nueva sentencia, en un caso que organizaciones de ex presos políticos califican como ensañamiento y castigo ejemplar.

Centenares de jóvenes nicaragüenses murieron durante la guerra sin reconocimiento ni reparación. Los que sobrevivieron hoy enfrentan secuelas físicas, traumas de posguerra y abandono institucional, porque no encajan en el modelo de militancia obediente que el régimen promueve desde la Juventud Sandinista.

En el video que acompaña esta nota se presenta la DaríoCrónica completa, con el contexto histórico, el análisis político y los testimonios que explican por qué Rosario Murillo convirtió a los cachorros en un enemigo interno y por qué el castigo contra ellos no prescribe.