Rosario Murillo explota a su nieto como figura de su nueva propaganda política
Como parte de su nueva estrategia propagandística por parte del régimen sandinista, Daniel Ortega y Rosario Murillo utilizan la figura de su nieto, apenas un bebe, para proyectar una imagen más humana y fortalecer su narrativa política. El menor ha sido integrado de forma visible en ceremonias culturales, militares, educativas y sociales.
ESCENARIO NACIONALNACIÓN
Darío Medios
6/2/20252 min read


Como parte de su nueva estrategia propagandística por parte del régimen sandinista, Daniel Ortega y Rosario Murillo utilizan la figura de su nieto, apenas un bebe, para proyectar una imagen más humana y fortalecer su narrativa política.
El uso de la imagen del hijo de Camila Ortega, se trata de una instrumentalización que evidencia que Rosario Murillo no tiene límites en reforzar la continuidad dinástica y la búsqueda de la legitimidad popular, contrario a la realidad autoritaria del régimen.
El operario servil de la propaganda de la dictadura, Stalin Bladimir colaboró con la causa, escribiendo un discurso político en torno a la figura del niño, a quien llaman niño del amor, de la paz y el porvenir, y se le atribuye incluso un rol simbólico dentro del discurso propagandístico del partido de gobierno.
El uso de un bebé de pocos meses de edad en la propaganda política es una táctica profundamente manipuladora y éticamente cuestionable. Reduce al niño a un mero objeto simbólico, despojándolo de su derecho a una infancia fuera del escrutinio público y la instrumentalización política.
Nueva generación del sandinismo
Al presentarlo como el "símbolo de la nueva generación del sandinismo" o "emblema de la niñez nicaragüense", se le carga con un peso político, lo que raya en la explotación infantil, todo con la venia de la madre, quien por supuesto está imposibilitada a decir que no.
Al asociar al bebé con "amor, paz y porvenir", Rosario Murillo intenta desviar la atención de la realidad de pobreza, migración forzada y falta de acceso a servicios básicos que enfrentan millas de niños nicaragüenses bajo su régimen.
La presencia constante del niño en eventos oficiales, pasando de los brazos de su madre a los de sus abuelos, refuerza una imagen idílica de los abuelitos Daniel y Rosario, cuando nacional e internacionalmente son reconocidos como asesinos, violadores de derechos humanos.


El menor ha sido integrado de forma visible en ceremonias culturales, militares, educativas y sociales.
Propaganda llega hasta centro de adoctrinamientos universitarios
La participación de la Universidad Nacional de Ingeniería UNI y otros recintos universitarios afines al régimen en la difusión de esta propaganda demuestra la cooptación de instituciones educativas, parte del control total sobre los medios de comunicación y su función como brazo propagandístico del régimen.
En un país con alto índices de pobreza, con un nivel de desempleo exacerbado, con salarios estancados, la niñez sufre las consecuencias de esas carencias. La migración forzada debido a la falta de oportunidades y la represión política que afecta a sus familias, ha dejado a miles de niños sin sus madres y padres.
Informes de organizaciones internacionales como FAO, también han desenmascarado al régimen, dando a conocer los altos índices de desnutrición y falta de alimento en las familias, lo que afecta principalmente a la niñez. Todo ello es parte de una radiografía que refleja que Nicaragua no celebra un feliz día del niño, aunque Rosario Murillo intente decir lo contrario.

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