Rosario Murillo continúa purga familiar

Rosario Murillo amplía su purga familiar con nuevos vetos, confiscaciones y destierros dentro del núcleo más íntimo del poder. Ahora el blanco sería Margarita Sánchez Pérez Gil, esposa de uno de sus nietos, despojada de bienes y vetada de El Carmen.

ESCENARIO NACIONALNACIÓN

DaríoMedios Internacional

10/21/20252 min read

Fuentes cercanas a la familia Ortega Murillo aseguran que otra pieza ha caído en desgracia dentro del círculo familiar de los dictadores nicaragüenses. Esta vez, la afectada sería Margarita Sánchez Pérez Gil, pareja de Rafael Ortega Jr. nieto de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Según las versiones, Sánchez habría sido despojada de múltiples propiedades, negocios y escoltas personales por órdenes directas de Murillo.

Del privilegio a la caída

Margarita Sánchez, conocida como “Tita” entre sus allegados, era vista como una figura con privilegios dentro del clan familiar. Aprovechaba su posición como esposa de un nieto del dictador para presumir influencia y cercanía con “El Carmen”, la residencia presidencial.

Durante años fue bien tratada por Rosario Murillo, pero todo indica que esa relación se quebró. De acuerdo con las fuentes, Murillo ordenó retirarle escoltas, confiscarle bienes y prohibirle la entrada a “El Carmen”.

Incluso su esposo, Rafael Ortega Jr., habría sido vetado temporalmente del complejo presidencial, donde solía acompañar ocasionalmente a su abuelo Daniel Ortega.

Exilio y vetos familiares

La situación habría escalado hasta alcanzar a la madre de Sánchez, Margarita Pérez Gil, suegra de Rafael Ortega Jr., quien fue forzada al exilio tras no poder ingresar nuevamente al país luego de un viaje a México.

Estas medidas confirman, según analistas, que la purga familiar de Murillo no tiene límites y que Rosario Murillo, está decidida a mantener el control total del entorno de poder.

Un comunicado de lealtad desesperada

El pasado fin de semana, Rafael Ortega Jr. y Margarita Sánchez publicaron un comunicado en redes sociales negando haber sido purgados y asegurando que “El Carmen” prevalecen la “unidad y el amor”.

El mensaje, sin embargo, reflejó más desesperación que credibilidad. La pareja se desvivió en muestras de cariño y admiración hacia los dictadores, acusando a los medios independientes de “inventar rumores”.

“En El Carmen reina la unidad y el amor”, escribió la pareja, ignorando los episodios de represión interna que han marcado a otras mujeres de la familia Ortega-Murillo.

Murillo y su historial de castigos familiares

El intento de negar la fractura familiar contrasta con los casos recientes de Yadira Letts Marín, exnuera del régimen, desterrada y separada de sus hijos y Xiomara Blandino, ex Miss Nicaragua, desterrada de “El Carmen” y despojada de la custodia de su bebé.

Estos antecedentes refuerzan la percepción de que Rosario Murillo ha extendido su purga incluso a su propia familia, castigando a quienes no demuestran obediencia total.

Un régimen sostenido por el miedo y la lealtad

Con este nuevo episodio, queda claro que el control de Murillo no distingue entre aliados, funcionarios o familiares.

En el núcleo del poder sandinista, la lealtad absoluta es la única garantía de supervivencia y cuando alguien deja de cumplirla, el castigo llega con la misma severidad que contra los enemigos externos del régimen.