Rosario Murillo acelera purga en el Estado y mueve fichas clave para consolidar su control

El retiro de Orlando José Tardencilla, histórico operador político y ministro asesor para Políticas y Relaciones Internacionales, y el ascenso de Jessica Yaoska Padilla Leiva como viceministra de Cooperación Externa del MINREX, forman parte de una ofensiva más amplia con la que Rosario Murillo continúa moviendo fichas dentro del Frente Sandinista.

POLÍTICA ESCENARIO NACIONAL

Darío Medios

9/2/20251 min read

El retiro de Orlando José Tardencilla, histórico operador político y ministro asesor para Políticas y Relaciones Internacionales, y el ascenso de Jessica Yaoska Padilla Leiva como viceministra de Cooperación Externa del MINREX, forman parte de una ofensiva más amplia con la que Rosario Murillo continúa moviendo fichas dentro del Frente Sandinista.

La maniobra, oficializada mediante los Acuerdos Presidenciales No. 133, 134 y 135-2025, marca la salida de un veterano cuadro como Tardencilla, visible en escenarios internacionales durante décadas, y la colocación de una figura joven y cercana a la vicepresidenta en un cargo estratégico de la política exterior.

Pero este ajuste diplomático no es aislado. Entre enero y agosto de 2025, al menos 18 altos funcionarios fueron removidos, destituidos o empujados a “renunciar voluntariamente” en doce ministerios e instituciones públicas, según un recuento del medio CONFIDENCIAL. La lista incluye a la Autoridad Nacional del Agua (ANA), la Contraloría, el Banco Central, Enabas, Petronic, Eniminas, INAC, Mifan, Mific, Mitrab, Minsa y la propia Cancillería.

El reacomodo en la cúpula sandinista no se detiene.

Entre los casos más notorios está el de Alba Luz Torres Briones, quien llevaba 13 años al frente del Ministerio del Trabajo, y el de Humberto José Espinoza Acuña, director ejecutivo de Enabas, que apenas duró 45 días antes de ser removido el 22 de agosto.

La reestructuración confirma un patrón: Murillo no sólo elimina a históricos colaboradores de Ortega, sino que los sustituye por cuadros jóvenes bajo su total confianza. De 2007 a la fecha, al menos 14 aliados del presidente han sido purgados para dar paso a funcionarios leales a la vicepresidenta, que ya se perfila como el centro de gravedad del poder en Nicaragua.

En este ajedrez político, cada movimiento refuerza la imagen de Murillo como la verdadera arquitecta de la maquinaria estatal, mientras Ortega queda reducido a un papel de acompañante en un sistema que ella misma ha moldeado a su medida.