La líder opositora nicaragüense y expresa política en el exilio, Irlanda Jerez, denunció que la Procuraduría General de la República PGR ha intensificado el asedio a las propiedades de su familia en Nicaragua. Según la denuncia pública, agentes de esa institución, instrumento del régimen Ortega-Murillo para la confiscación de bienes, Vigilan y hostigan los inmuebles familiares mientras Jerez atraviesa uno de los momentos más dolorosos de su vida: el reciente fallecimiento de su hija Venus Jerez en el exilio.

"Ni el luto ni el dolor familiar son respetados por esta dictadura", expresó Jerez en un mensaje donde evidenció el acoso sistemático del régimen, que ha redoblado la presión sobre su familia justo cuando preparan la misa de tercer día por Venus, a realizarse este viernes 25 de julio en la capilla del Sagrado Corazón de Jesús, en la Iglesia Inmaculada Concepción de María, a las 7 de la noche.

Irlanda Jerez fue una de las voces más visibles durante las protestas ciudadanas de 2018, encabezando movilizaciones desde su rol como comerciante en el Mercado Oriental. Su protagonismo la colocó como blanco directo del aparato represivo del régimen. Fue detenida y encarcelada en el penal de mujeres “La Esperanza” en Tipitapa, y liberada en junio de 2019 bajo la cuestionada ley de amnistía, que excarceló a más de 700 presos políticos. Sin embargo, la persecución nunca cesó y la obligó a exiliarse.

Hostigamiento y vigilancia es constante

El hostigamiento de la PGR a opositores y sus bienes ha sido denunciado en múltiples ocasiones por organismos internacionales de derechos humanos, que consideran estas acciones una forma de represión patrimonial, diseñada para destruir el sustento económico de los disidentes. En medio del exilio, el duelo y la vigilancia estatal, Irlanda Jerez sigue siendo símbolo de resistencia para muchas personas que no olvidan su papel en la lucha cívica nicaragüense.

La situación actual de su familia es otra muestra de la violencia institucional con la que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo continúa castigando a quienes alzaron la voz por la libertad. "Se ensañan hasta en los momentos más íntimos del dolor humano", declaró una fuente cercana a la familia, que pidió anonimato por seguridad.