Régimen Ortega-Murillo entrega sin vida a preso político mientras crece lista de desaparecidos

El Instituto Segovia para el Liderazgo y la Transformación Social denunció este 25 de agosto que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo entregó muerto al opositor y preso político Mauricio Alonso P., detenido junto a su familia durante una redada el pasado 18 de julio.

ESCENARIO NACIONALNACIÓN

Darío Medios

8/25/20252 min read

El Instituto Segovia para el Liderazgo y la Transformación Social denunció este 25 de agosto que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo entregó muerto al opositor y preso político Mauricio Alonso P., detenido junto a su familia durante una redada el pasado 18 de julio.

La organización calificó el hecho como un crimen de lesa humanidad y advirtió que la represión estatal continúa escalando. Actualmente, más de 28 personas permanecen detenidas en condición de desaparecidas, mientras se multiplican los operativos y arrestos arbitrarios en distintas partes del país.

Arrestado junto a su familia

Según el comunicado, Mauricio Alonso fue secuestrado por encapuchados en la madrugada del 18 de julio, en vísperas del acto oficialista del 19 de julio. Ese mismo día su esposa fue liberada, pero él y su hijo quedaron bajo custodia policial. Desde entonces, la familia no volvió a tener noticias de su paradero.

Organizaciones cristianas como Christian Solidarity Worldwide (CSW) habían alertado semanas atrás que Alonso y su hijo —miembro del equipo de adoración de la iglesia del pastor Rudy Palacios Vargas— permanecían encarcelados sin orden judicial. También en esas fechas fue detenida en circunstancias similares la exconsejera política y cristiana protestante Olga María Lara Rojas, sin que hasta ahora se conozca su situación legal.

La familia de Alonso recorrió cárceles y hospitales sin recibir información oficial, hasta que este 25 de agosto fueron notificados por el Instituto de Medicina Legal para entregarles su cuerpo.

Exigen respuesta internacional

El Instituto Segovia denunció que el caso de Mauricio Alonso se suma a un patrón de entregas de presos políticos sin vida, prácticas que el Grupo de Expertos de Naciones Unidas ya ha documentado como parte de los crímenes de lesa humanidad atribuidos al régimen Ortega-Murillo.

La organización advirtió que mientras las muertes bajo custodia se hacen más visibles, los desaparecidos aumentan y las detenciones arbitrarias no cesan. “El régimen sigue secuestrando y callando voces. Hoy más de 28 personas permanecen desaparecidas y el riesgo se extiende a toda la población opositora”, indica el pronunciamiento.

Finalmente, hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para que adopte acciones más contundentes frente a la represión: “Exigimos que el mundo ponga sus ojos en Nicaragua y actúe de manera firme. Nadie hará por nosotros lo que como nicaragüenses no seamos capaces de reclamar, pero la solidaridad internacional es clave para detener la barbarie”, concluyó el comunicado.