El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) ha ejecutado una serie de redadas para la detención de migrantes en condición irregular o que enfrentan ordenes de deportación, en distintas ciudades de Estados Unidos, lo que pone en alerta a la comunidad migrante de origen nicaragüense.

El pasado fin de semana la agencia y las fuerzas del orden público estatales en Florida realizaron un operativo que llevo a la detención de 800 personas, como parte de una “gran operación de control de inmigración de varias agencias”. La oficina del ICE en Miami calificó la operación como “sumamente exitosa”.

Miami se ha convertido en la ciudad estadounidense con mayor número de migrantes, cubanos, venezolanos y nicaragüense. Solo hasta finales de octubre de 2024, se calcula que la cifra de nicaragüense con parole humanitario, en Estados Unidos, ascendía a 93,070 según la organización Nicaraguan American Legal Defense and Education Fund.

La población nicaragüense, según el censo de los Estados Unidos de 2020 ya alcanzaba 1, 072 802. Más de dos tercios de esta población residen en los estados de California y la Florida. En este último, el 56% de los nicaragüenses residen en el área metropolitana de Miami.

Más de 300 000 nicaragüense en situación irregular en EEUU

En una entrevista para el programa Esta Semana, Harold Rocha, presidente del Nicaraguan American Legal Defense and Education Fund (NALDEF) afirmó que hay 47 000 nicaragüenses en peligro inminente de deportación, pues al cancelarse el programa de Parole Humanitario, deberán abandonar Estados Unidos.

Pero esta cantidad podría aumentar considerablemente, pues hay más de 300 000 migrantes que se encuentran en una situación irregular. “Los nicaragüenses están en todas partes, resaltó Rocha, no solamente en Florida y California. Después del 2018, Se ha dado un enorme crecimiento de nicaragüenses trabajando en granjas y fincas en agricultura y ganadería en todo el medio oeste”.

Harold Rocha también explicó que las endurecidas políticas migratorias también afectan a quienes estaban en la frontera esperando la cita para poder presentar una solicitud de asilo, “porque la aplicación CPB One, que es la que se utiliza para concertar esas citas, fue cancelada de inmediato”.

Deportados nicas procedentes de Guantánamo

Pese a que no existe comunicación oficial sobre la cantidad de migrantes nicaragüense enviados a la base naval estadounidense de Guantánamo, esta semana dos nicaragüense detenidos en ese lugar denunciaron las difíciles condiciones que enfrentan en el ahora centro de confinamiento de migrantes.

Los nicaragüense decidieron denunciar ante la justicia el "miedo extremo y la intimidación" que enfrentan los migrantes retenidos en ese lugar, según informó la agencia AP el fin de semana en su versión en inglés. Estas denuncias generaron preocupación sobre el trato que reciben los inmigrantes en la isla.

La demanda ante una corte federal en Washington, expone un entorno de aislamiento severo, vigilancia constante y restricciones que violan los derechos constitucionales al debido proceso y la representación legal. Además, los abogados describen cómo las autoridades han instaurado un clima de terror que impide a los detenidos comunicarse libremente con sus abogados o familiares.

La dictadura mantiene un completo silencio en relación a este tema, aunque públicamente no han aceptado recibir a los migrantes, se ha conocido que el pasado 7 de abril un vuelo con migrantes nicaragüense partió de Guantánamo hacia Managua. Según la plataforma de rastreo aéreos FlightAware.

El avión, un Airbus A320, partió de Alexandria, en Luisiana, con 100 deportados nicaragüenses, hizo una escala en Guantánamo donde recogió a otros 44 deportados, por lo que en Managua aterrizaron 144 ciudadanos, de acuerdo con información del diario The New York Times y un reporte de Thomas Cartwright, que rastrea los vuelos de deportación estadounidenses desde 2020.

La Administración de Donald Trump ha enviado migrantes directamente desde Guantánamo a Venezuela, El Salvador y, más recientemente, a Nicaragua, según fuentes consultadas por diario estadounidense. Hasta ahora el dictador Ortega es uno de los pocos mandatarios de la región que no ha reclamado públicamente sobre la campaña de deportaciones masivas de Trump.