Polémica inauguración del paso a desnivel “Julio Buitrago” tras ocho cancelaciones y sin Ortega ni Murillo
Después de ocho cancelaciones consecutivas sin explicación oficial, finalmente fue inaugurado el paso a desnivel “Julio Buitrago”, ubicado en Carretera Norte, Managua. La obra, anunciada en múltiples ocasiones por la vocera del régimen, Rosario Murillo, había sido presentada como un proyecto “emblemático” que contaría con la presencia del dictador Daniel Ortega. Sin embargo, tanto él como Murillo fueron los grandes ausentes en la ceremonia.
ESCENARIO NACIONALNACIÓN
Darñio Medios
8/26/20252 min read


Después de ocho cancelaciones consecutivas sin explicación oficial, finalmente fue inaugurado el paso a desnivel “Julio Buitrago”, ubicado en Carretera Norte, Managua. La obra, anunciada en múltiples ocasiones por la vocera del régimen, Rosario Murillo, había sido presentada como un proyecto “emblemático” que contaría con la presencia del dictador Daniel Ortega. Sin embargo, tanto él como Murillo fueron los grandes ausentes en la ceremonia.
La construcción del paso a desnivel estuvo marcada por prolongados retrasos que alimentaron rumores de mala planificación, problemas de ejecución y posibles irregularidades en el manejo de fondos públicos. En Nicaragua, este tipo de megaproyectos gestionados por la Alcaldía de Managua han sido cuestionados en el pasado por sobrecostos, contrataciones opacas y desvío de recursos hacia fines partidarios.
A pesar de que el régimen insiste en que el proyecto es parte de su “modernización vial”, nunca se dieron detalles claros sobre las causas de las cancelaciones, lo que refuerza las sospechas de corrupción y mal uso del dinero público en la ejecución de la obra.
Un acto partidario disfrazado de inauguración
La inauguración fue delegada a la Juventud Sandinista (JS), que convirtió el evento en un mitin político. Decenas de militantes desfilaron sobre el puente con banderas rojinegras, realizaron presentaciones artísticas y pronunciaron discursos partidarios.
Hanny Montenegro, coordinadora de la JS en Managua, afirmó sentirse orgullosa de que fueran ellos quienes entregaran la obra a la población, asegurando que “solo con el sandinismo” se cumplen los sueños de las familias nicaragüenses.
La ausencia del dictador
La ausencia de Ortega y Murillo no pasó desapercibida. Aunque el régimen suele utilizar este tipo de proyectos como plataformas de propaganda, la pareja dictatorial evitó exponerse públicamente. En los últimos meses, Ortega ha aparecido en contadas ocasiones, mostrándose con problemas de movilidad, dificultad para hablar y un visible deterioro en su salud.
Además, el carácter abierto del evento habría representado un riesgo de seguridad para un régimen cada vez más aislado y temeroso de su propia vulnerabilidad. Esta combinación de factores explicaría por qué Ortega y Murillo prefirieron mantenerse al margen de una inauguración que ellos mismos habían vendido como su gran “hazaña” del año.
