Paramilitar sandinista “metió la pata” e intenta borrar evidencias
El Narcisista Paramilitar Edwin Mendoza fue Obligado a Borrar su Escalofriante Archivo de Crímenes en Redes Sociales. Mendoza exhibía sus crímenes que lo como acciones de valentía y heroísmo.
ESCENARIO NACIONALNACIÓN
5/7/20252 min read


Edwin Mendoza, un paramilitar que exhibió con orgullo sus atroces crímenes en redes sociales, se vio forzado a eliminar todo rastro digital de sus actos. Mientras Mendoza percibe sus acciones como un acto de valentía y heroísmo, pero la dirección sandinista considera este material como evidencia incriminatoria que debe desaparecer del escrutinio público.
La pregunta que resuena en la sociedad nicaragüense es, ¿qué puede haber de heroico en torturar a un sacerdote indefenso o disparar contra ciudadanos desarmados? En la retorcida psiquis de Edwin Mendoza, como también se le conoce, existe la convicción de ser un héroe nacional, un sentimiento de falta de reconocimiento que, aunque no verbaliza abiertamente, palpita en sus acciones.
Mendoza no solo participó activamente en la siembra del terror, sino que también se encargó de documentar y difundir sus atrocidades con una escalofriante falta de remordimiento. En una clara manifestación de narcisismo, un rasgo común en la mentalidad de criminales que anhelan ser vistos y reconocidos.
Paramilitares desean reconocimientos
Miles de paramilitares se sienten identificados con el actuar de Mendoza. Al igual que él, muchos se mancharon las manos de sangre bajo la promesa de defender la revolución y la patria, ilusiones que se desvanecieron en promesas incumplidas de terrenos legalizados y empleos dignos.
Bajo el mismo engaño, incontables ciudadanos se encapucharon, integrándose a las filas de los denominados "policías voluntarios". A pesar de la fachada de voluntariado, muchos aún esperan la bonificación económica o los paquetes de alimentos que líderes políticos ofrecieron en secreto. Un reclamo público significaría exponerse al riesgo de encarcelamiento.
Darío Medios Internacional logró identificar a Edwin Mendoza como uno de los asesinos de los dos universitarios en la parroquia Divina Misericordia, Gerald Vázquez y Francisco Flores, quienes fueron vilmente ultimados por balas de armas de guerra en manos de estos sicarios del régimen.
Su propio perfil de Facebook se convirtió en un archivo público de sus crímenes, donde se jactó de su participación en los ataques a la Divina Misericordia, uno de los momentos más cruentos de la represión.
El error de Edwin Mendoza, impulsado por su necesidad de reconocimiento, ahora pone en una situación delicada a sus compañeros, o mejor dicho, a sus cómplices. "Algo me dice que volveremos a saber de él", comenta un psicólogo consultado por Darío Medios Internacional, mientras la condena nacional e internacional contra sus actos se intensifica.
