De victimas a victimarias, así han pasado una joven y su madre, luego de denunciar el abuso cometido por Mario Zavala hijo del presidente de la Federación Nicaragüense de Taekwondo. Tras la denuncia la dictadura de Ortega busca encubrir el caso, acusando a la madre de la victima de cometer ciberdelito.

Aunque la denuncia por abuso fue aceptada tras un análisis de pruebas médicas, psicológicas y peritajes científicos. Mario Zavala continúa ejerciendo funciones como entrenador, mientras la familia de la víctima sufre de hostigamiento, amenazas y amedrentamientos constantes.

“Este pasado 7 de mayo su hogar fue allanado, por al menos ocho policías que incautaron el teléfono celular de la madre, una mujer de escasos recursos, valiente que ve por su hija y su madre con alzhéimer, quien vendría siendo la abuela de la denunciante”, denunció MASTKD un medio de comunicación especializado en noticias sobre Taekwondo.

La madre de la víctima fue citada a una entrevista en la Policía Orteguista, pensando que le darían información sobre el avance del caso, pero sorpresivamente el comisionado que la atendió, le dijo que ahora ella era la acusada. “quería explicarle que el caso de abuso sexual que presentó su hija estaba bastante avanzado y la segunda que estaba siendo acusada por delito cibernético”, explicó MASTKD.

Padre del acusado intenta negociar con madre de la victima

El medio de comunicación MASTKD, reveló un audio donde Salvador Zavala, padre del acusado y presidente de la Federación Nicaragüense de Taekwondo ofrece garantías de continuidad deportiva a la joven con tal de evitar que la denuncia avance y propone a la madre cambiar a la atleta de academia.

“Yo consideraría que se cambie de academia y cuente con el 100% de respaldo… Créalo que yo voy a poder meter mis manos al cien por ciento para que ella haga su preparación…No necesariamente que la hace con el profesor Mario, la va a hacer con los entrenadores extranjeros que tenemos nosotros”, afirma Zavala en su audio, en un intento desesperado de frenar la acusación.

“La Federación no puede salir afectada por una persona más… Yo como presidente no tolero, sinceramente, pero estamos grandecitos ya para asumir responsabilidades”, declara, desligándose de cualquier responsabilidad institucional. Continúa Zavala, evidenciando su única prioridad, proteger a la Federación, incluso si eso significa ignorar una grave acusación de abuso sexual.

FETANIC y sus dirigentes ahora están expuestos, al igual que el régimen que calla y encubre a sus fieles seguidores. Este caso además evidencia la difícil situación que enfrentan las víctimas de violencia sexual y sus familias cuando intentan buscar justicia en Nicaragua, además de no encontrar justicia, son perseguidas y criminalizadas.