En una virulenta crítica contra la Organización de las Naciones Unidas ONU, a la que calificó como una “burla para los pueblos” y declaró que “debería desaparecer”, el codictador Daniel Ortega lanzó en medio de un acto oficial en Managua marcado por un discurso antiestadounidense y de respaldo a Irán.

Ortega, que ha sido señalado por organismos internacionales por violaciones sistemáticas a los derechos humanos, acusó a la ONU de estar “al servicio de los imperialistas” y de “no hacer nada” ante los bombardeos recientes lanzados por Estados Unidos contra supuestos laboratorios nucleares en Irán.

“El presidente de Estados Unidos habla de paz, pero está tentado a lanzar bombas atómicas. Mientras tanto, Naciones Unidas no dice nada, no sirve para nada. Ya debería desaparecer”, afirmó Ortega, reiterando varias veces que la ONU es una institución obsoleta y parcializada.

En su intervención, Ortega también acusó a Washington de ejecutar ataques militares con el objetivo de beneficiar al gobierno de Israel, al que describió como el verdadero poseedor de armas atómicas que “nadie se atreve a inspeccionar”. Según Ortega, los bombardeos recientes son parte de un montaje político y mediático.

“El presidente que manda a lanzar los cohetes lo hace para ayudar a Israel, que tiene armas nucleares y no permite ser inspeccionado. Y Naciones Unidas, ¿para qué sirve? ¡Para nada!”, insistió.

Ortega ordena a su embajador visitar sitios afectados en Iran

El mandatario nicaragüense sostuvo que Israel inició una “guerra de desgaste” contra Irán con el respaldo de Estados Unidos, y justificó la respuesta iraní como un acto legítimo de defensa. “Los ataques empezaron desde Israel y todos los días atacaban. Irán simplemente respondió”, aseguró.

En una acción simbólica que subraya su alineamiento con Teherán, Ortega ordenó al embajador nicaragüense en Irán, Michael Campbell, visitar las zonas afectadas por los bombardeos estadounidenses. Según fuentes diplomáticas, la visita fue una muestra de “solidaridad con el pueblo y gobierno iraní” frente a lo que el régimen sandinista califica como “agresiones imperialistas”.

Las declaraciones de Ortega se producen en un contexto internacional tenso, tras los recientes ataques entre Israel, Estados Unidos e Irán, y reflejan su estrategia de reforzar alianzas con gobiernos autoritarios mientras se distancia de los organismos multilaterales que han condenado su propio historial represivo.