La nuera obediente que Rosario Murillo convirtió en su aliada silenciosa

Mientras otras nueras del clan presidencial cayeron en desgracia, Karen Santamaría ha sabido jugar sus cartas con prudencia, devoción, silencio y discreción: las claves de su supervivencia dentro del círculo Ortega-Murillo.

ESCENARIO NACIONALNACIÓN

DaríoMedios Internacional

10/27/20252 min read

Del anonimato al poder

Karen Alicia Santamaría Rodríguez, esposa de Laureano Ortega Murillo, ha permanecido invicta en los complejos juegos de poder que se viven en El Carmen.

Mientras Yadira Letts y Xiomara Blandino fueron castigadas por desafiar la autoridad de Rosario Murillo, Santamaría representa el modelo opuesto: discreta, dócil y funcional al poder.

Su estrategia ha sido simple, pero eficaz: el silencio como virtud y la obediencia como escudo. En sus redes sociales, su cuenta de Instagram privada, con apenas 360 seguidores se presenta con frases religiosas y sin rasgos de ostentación. Sin embargo, sigue más de 2,600 cuentas: un retrato de quien observa más de lo que se deja ver.

De esposa a funcionaria

De su vida antes del matrimonio se sabe poco. No existen registros públicos de su formación profesional o académica, pero tras su unión con Laureano, empezaron a aparecer cargos oficiales.

Documentos del Estado confirman que Santamaría forma parte de la planilla de la Empresa Nacional de Transmisión Eléctrica (ENATREL), bajo la categoría de funcionaria pública. Aunque se desconoce su salario, su nombre figura en delegaciones internacionales junto a su esposo en viajes a China, Rusia y Qatar.

En 2019, fue inscrita como asistente del consejero presidencial durante una visita oficial a Qatar, con viáticos y privilegios cubiertos por el Estado nicaragüense.

El rostro dócil del poder

En el círculo íntimo del régimen, Karen Santamaría ha construido una imagen de serenidad y fe. Se presenta como rostro visible de la Fundación INCANTO, un proyecto cultural que promueve la ópera en Nicaragua bajo la dirección de Laureano Ortega.

Sin embargo, los lujos que rodean las galas de INCANTO, vestuarios italianos, escenarios elegantes y accesorios de lujo, contrastan con la pobreza generalizada del país.

En una de esas apariciones, Santamaría fue fotografiada con un bolso Dior valorado en más de 4 mil dólares, una cifra ofensiva frente a los salarios de los trabajadores nicaragüenses.

El modelo Murillo

A diferencia de otras mujeres del clan presidencial, Santamaría no opina, no contradice y no aparece en titulares. Su perfil encarna el modelo de mujer que Rosario Murillo impone dentro del poder: piadosa, obediente y políticamente neutra.

Yadira Letts fue exiliada y Xiomara Blandino humillada y despojada de la custodia de su hijo. Santamaría, en cambio, sigue intacta y protegida.

Fuentes políticas aseguran que su discreción no es ingenua. En los pasillos del poder se comenta que, si Laureano se consolida como sucesor, ella podría convertirse en la futura “primera dama revolucionaria”.

Por ahora, cumple al pie de la letra el libreto de su suegra: sonreír, callar y obedecer.