Murillo dice que sus opositores tienen “almas chingastes” al recordar las protestas de 2018
Rosario Murillo se molestó al recordad que este año se cumplen siete años de las protestas de abril de 2018 en Nicaragua.
ESCENARIO NACIONALNACIÓN
Darío Medios 6
3/26/20252 min read


La codictadora Rosario Murillo, arremetió este martes contra sus opositores, de quienes dijo, tienen “almas chingastes”. La nueva perorata de la vocera de la dictadura sandinista ocurrió al momento que recordó las marchas masivas donde la ciudadanía exigía un cambio de gobierno.
Al mismo tiempo que vociferaba contra los opositores, la sancionada codictadora dijo que para celebrar lo que ella ha catalogado como un “triunfo de la paz”, al declararse vencedora de las protestas, ha ordenado a los trabajadores del Estado marchar a nivel nacional este 1 de abril.
“Abril para alzar los pendones, las banderas y los símbolos de nuestro territorio patrio. Almas no nutridas, almas de verdad tembeleques. Almas de verdad chereques, almas chingastes, solo así se puede concebir la entrega de la patria. Almas de chingastes de algunos que ya no están”, dijo visiblemente irritada.
Según Murillo, la marcha tiene como objetivo “espantar la perversión y la maldad”. Esta es la segunda vez que los trabajadores saldrán a marchar este año a las calles. La primera vez lo hicieron el pasado 8 de marzo, cuando la dictadura los sacó a ensalzar la figura de Murillo como abanderada de la lucha de las mujeres en Nicaragua. Desde septiembre de 2018, la dictadura prohibió de facto las marchas en el país.
“Vamos a caminar en todo el país, dándole gracias a Dios por la fortaleza, la fuerza de espíritu de carácter, de nicaraguanidad, de amor a Nicaragua que nos ha permitido enfrentar todas las adversidades, espantar la perversión y la maldad”, dijo Murillo, quien desde el 13 de marzo ha despotricado contra los opositores y disidentes del régimen que exigieron la salida del dictador Daniel Ortega.
Acusa a opositores de "maleantes"
En su intervención, la esposa del dictador Daniel Ortega continuó sus ofensas contra los opositores, a quienes acusó de “asaltar” a los nicaragüenses que protestaban en las calles del país por las reformas a la seguridad social que obligaba a los trabajadores, pensionados y jubilados aportar más dinero para "rescatar" al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social.
Las reformas por las que el pueblo salió a las calles a manifestarse, fueron impuestas en enero del 2019, cuando la dictadura ya había controlado las protestas y mantenía a más de 200 presos políticos en las celdas del Sistema Penitenciario de Nicaragua.
“Abril que nunca volverá a ser profanado por los maleantes que asaltaron a nuestra Nicaragua”, expresó Murillo en referencia a los saqueos que el régimen ordenó contra supermercados y negocios y que fueron identificados como simpatizantes sandinistas.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) señala que la represión policial y paramilitar durante las protestas, dejaron a 355 personas. La dictadura Ortega Murillo no reconoce esas muertes.
“El 1 de abril (estaremos) caminando en toda Nicaragua celebrando la paz, agradeciendo a Dios por la fuerza del amor”, dijo la codictadora, quien en noviembre de 2018 fue sancionada por Estados Unidos.
