Murillo obliga a marchar por la paz

Bajo un control y amenazas trabajadores del estado se vieron obligados a marchar en diferentes partes del país, bajo un discurso de “paz” que indicó la co-dictadora Rosario Murillo.

ESCENARIO NACIONAL

DarioMedios

4/23/20252 min read

Bajo un control y amenazas trabajadores del estado se vieron obligados a marchar en diferentes partes del país, bajo un discurso de “paz” que indicó la co-dictadora Rosario Murillo. Una paz que se acaba para el trabajador que decida no asistir a la convocatoria.

La marcha que fue anunciada por Murillo en su intervención en medios de comunicación oficialistas, según la dictadura tiene como objetivo promover la paz en el país y manifestar su apoyo al pueblo palestino exigiendo “cese al genocidio y la violación de derechos humanos”.

"Excelente tiempo el que, gracias a Dios, estamos viviendo en nuestra Patria que vive la Paz. Hoy 22 de abril estamos caminando en toda nuestra sagrada geografía garantizando nuestro compromiso con la Paz", dijo Murillo. Pero lo que se vive en el país, es un ambiente de vigilancia, represión a las libertades y violación a los derechos humanos.

Murillo habla de “crímenes de lesa humanidad”

La movilización de las y los trabajadores del estado, según Murillo también se realiza para manifestar su rechazo a lo que llamó crímenes de lesa humanidad en Gaza, refiriéndose al conflicto palestino Israelí, “la barbarie y la violación a los derechos humanos que sufren miles de familias en Gaza, indicó la dictadora.

Lo que resulta contradictorio, pues Murillo y Ortega han sido señalados de cometer delitos de lesa humanidad en Nicaragua, durante la represión y el brutal ataque a las manifestaciones ciudadanas en abril del 2018, así lo confirmo el informe del grupo de expertos de las Naciones Unidas donde además en su último informe, presentaron pruebas que implican al Ejército de Nicaragua en la comisión de crímenes de lesa humanidad.

Para la dictadura, no resulta difícil hablar de paz en Nicaragua, en medio de un clima de represión y control, que se viene intensificando constantemente. Obliga a marchar por la paz, mientras reprime, vigila, amedrenta y hasta castiga a sus propios trabajadores y ofrece cárcel y exilio a quienes manifiestan no estar de acuerdo con la pareja dictatorial.