Murillo explota al recordar abril de 2018 y se alza contra opositores
La dictadora Rosario Murillo estalló al recordar las protestas de abril de 2018 y una vez más acusó a los opositores de ocasionar las muertes que su dictadura no reconoce.
ESCENARIO NACIONALNACIÓN
Darío Medios 6
3/13/20252 min read


La sancionada Rosario Murillo, codictadora de Nicaragua, estalló al recordar las protestas del año 2018, afirmando que abril “fue el mes más crudo del combate” contra los “vándalos” y “cobardes”. La represión a las protestas por parte de la dictadura dejó como resultado a 355 personas fallecidas.
Murillo también se burló de los opositores que la dictadura dejó en condición de apatridia, a quienes responsabilizó de las protestas que pusieron al régimen en la cuerda floja, La represión policial y paramilitar le ha derivado varias sanciones al régimen.
“Los renegados que nacieron traidores y que son indignos y que son vándalos cobardes, lacayos y esclavos de los imperialistas de la tierra, no son nicaragüenses por gracia de Dios, no son nicaragüenses gracias a Dios”, expresó la vocera dictatorial en tono molesto al recordar las protestas que este próximo 19 de abril cumplen 7 años.
Acusada por crímenes de lesa humanidad
A finales de febrero pasado, el Grupo de Expertos en derechos Humanos de las Naciones Unidas, creado para Nicaragua, responsabilizó a los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo de cometer crímenes de lesa humanidad contra la población.
En este informe, el Grupo incluyó al Ejército de Nicaragua, al mando del general Julio César Avilés Castillo de participar en la represión del 2018 y de realizar ejecuciones extrajudiciales junto a otros funcionarios del régimen.
En su informe, el Grupo determinó que “el Ejército participó activamente en la represión de las manifestaciones”, proporcionó armamento a la policía y a los grupos armados progubernamentales (paramilitares), llevó a cabo operaciones de inteligencia y entrenó a personal civil, incluida la Juventud Sandinista, jóvenes marginados y funcionarios públicos.
“Las ejecuciones extrajudiciales documentadas fueron el resultado de acciones coordinadas entre la policía, el ejército y grupos armados progubernamentales”, detallaron.
Días después de presentado el informe, la dictadura decidió sacar a Nicaragua del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), señalando de “falso” el demoledor informe del Grupo de Expertos.
La codictadora también acusó a estos organismos de ser “cajas de resonancias” de los opositores nicaragüenses, a quienes insiste en responsabilizar de las 355 muertes del 2018.
